Llegué a la oficina muerto de
cansancio más dormido que despierto, estaba mi secretaria sentada en su
escritorio y escribiendo oficios, entré hasta mi escritorio, había cristales
rodeando mi oficina, de esos cristales opacos que no se puede ver, me senté
para acomodar las cosas que traía en mi portafolios y ¡tuc! Tuc! tuc! Toca la puerta mi secretaria y me dice:
contador lo están esperando.
Bueno, pero hoy no tengo
proveedores, le dije.
No, son dos chicos.
¿No pueden venir mañana?
Recíbalos un minuto.
Aquí no hay como estar con las
secretarias al tiro, siempre hacemos los que nos piden; le dije: Claro que sí,
que pasen. Iban dos muchachos uno era Cruz Galia me parece su nombre artístico
la otra era una chica, Blanca: ambos eran artistas aparte de ser estudiantes y
también escribían, pintaban acuarela, oleo, dibujo y la verdad si les salía muy
bien, muy muy bien. Dije: Bueno, ¿en qué les puedo servir?
Pues mire contador estamos
haciendo nosotros una oferta, queremos participar en su evento.
¿En cuál evento?
En la presentación del libro
de la capilla de Diego Rivera.
¡Ah! pero no estamos
contratando personal muchachos, con lo que tenemos vamos a salir los meseros los
va a poner la rectoría ya avisaron. Porque cuando vieron al personal que yo
tenía en la panadería y librería (o sea las chicas que iban a servir de
edecanes) para andar atendiendo a las personalidades que iban a ir aflojaron la
cartera y dijeron nosotros te ponemos las mesas y los meseros. Cabrones ahora
si ya no querían que me quebrara en el intento, la veían muy cercana.
Bueno, queremos participar
como artistas plásticos para presentar nuestra obra. Jajajjaa, voy a presentar
un libro muchachos.
Bueno, sí, pero va a tener
renombre y queremos participar, que nos vean, montar una exposición allí.
Bueno déjenme ver ¿Tienen aquí
alguna obra?
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS