116.- Un día, como hoy…le otorgaron una beca en el extranjero a nuestro hijo.
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116.- Un día, como hoy…le otorgaron una beca en el extranjero a nuestro hijo.
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No, mira, yo llevo información
diversa, pues llevo allí las empresas de servicios de la Universidad y creo que
sería mejor verla antes de que estén cansados
porque pues si es mucha la información, son varias empresas hay que ver
administración, contabilidad finanzas, etc.
De cada una y la verdad si está complicado ¿No?
O sea que son más importantes.
No, más laboriosas digamos y
si hay que agarrarles el ritmo, se aprecia mejor cuando uno está más fresco, se
capta mejor la información, hay que aclarar varias cosas, no todos son
contadores.
O sea que no nos ves
habilidades.
No es eso.
El subdirector que me metía
puya ahí me dijo: A lo mejor el contador quería apurarse para no acompañarnos a
la comida, como él está a otro nivel piensa que desmerece venir a comer con
nosotros, como riéndose como si fuera una broma, pero era bien mal intencionado
ese tipo.
No como creen, me encanta
venir a comer con ustedes, les dije, lo que pasa es que la responsabilidad en
la que estoy inmerso me obliga a empaparme en todos los temas porque ahora no
solo estoy haciendo contabilidad, administración, también estoy haciendo
mercadotecnia, la venta directa de productos. Yo formaba un grupo de trabajo
ahí fuerte para hacer algo que sea conseguir un espacio en la Central de
Abastos que está abriendo Cerca de la Universidad para vender todos los
productos de Chapingo, hay que salir, hay que hablar, pero la gente quiere
hacer tratos viéndote a la cara, a los ojos, hace tratos viéndote a los ojos no
de otra forma, muchas cosas son a la palabra, yo llevo la palabra de Chapingo,
entonces si tengo que estar allí a las vivas, pero si me encanta comer con
ustedes, con algunos hemos comido allí en la oficina porque luego no me da
tiempo, también como en la panadería o me llevan comida a la oficina y los he
invitado a todos pero luego pues no me aceptan.
Es que la verdad estamos todo
el tiempo encerrados y si queremos salir tú vas a la planta lechera, a una
empresa a otra y nosotros no.
Bueno, mira, acompáñenme
cuando vaya, no hay problema. Siempre había que estar batallando con esto
¿No? Y así estaba el ping pong.
Me preguntaban de las clases
que daba en otra universidad y decían:
No es que aparte es académico y no creas que da clase aquí en Chapingo, no, es
que él está a otro nivel, decía el subdirector. Y yo aguantando.
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115.- Un día, como hoy…se descompuso mi computadora y me prestó la suya.
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Luego se sentó la encargada de
la administración, nosotros le decíamos la administrativa, la chica que me
había llevado en el auto, que trabajaba en pueblo casa social o una cosa así,
no sé cómo se llama, a mi derecha proyectos y otra persona que no recuerdo su
nombre. Cuando nos vieron llegar los dueños se les pusieron los ojos grandes,
grandes porque ya sabían el tipo de evento al que iban a enfrentarse que era de
mucho dinero y también los meseros calculando que ya se iban a salir de
madrugada. Yo en ese momento ni idea tenía de los cálculos que se hacían a mi
alrededor, no acostumbraba ir o si iba siempre me salía a la mitad porque le
pedía a uno de mis ayudantes que me hablara de urgencia porque se estaba
quemando el horno o algo así pues no llegaba al final, siempre me salía a media
comida. Entonces me senté como esperando a que alguien nos acomodara, pero no,
así quedamos.
Nos pusieron chicharrón, cosas
para ir picando porque había que hacer comida para todos. Yo pues no tenía mucha hambre, íbamos
llegando apenas al medio día. Se me acerca un mesero y me dice: No tiene mucha
hambre ¿Verdad? No, es que comí fuerte en la mañana, desayuné unos tamales de
mole que hacen riquísimos y ahorita pues no me da hambre todavía, yo creo que
en unas dos o tres horas. Se fue y regresó con una charola así grandota y en
medio una copa diminuta, no sé qué era, me dijo: Tómesela. Le contesto: Es que
yo casi no tomo. No, es un aperitivo, es
para abrir hambre. ¡Huy! le digo, de hambre conozco mucho. Y me contestó va a ver que es bueno. Me lo
tomé y dije que puede pasar lo tonto no se pega y pues si agarraba un pedacito
de chicharrón lo mojaba en guacamole, le daba un mordisco. Pero a los quince minutos
me dio un hambre como si trajera un león en la panza que me estuviera arañando
y dije ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? y agarre un trozo de carne del centro que habían
puesto para picar y empecé a pedir oiga tráigame un huachinango, una carne, una
salsita así, bien cocinado, pero una cosa le pido. A ver dígame. Tráigamelo ya ahorita
porque tengo mucha hambre. Si, como no. Les quitaba la comida a los compañeros
y volteaban a verme como diciendo: ¿A este buey que le pasa?, los palitos con
ajonjolí los devoraba, parecía una aspiradora humana ni el pacman me ganaba,
fue así que pude esperar a que me trajeran el pescado.
Todo el mundo comía y de paso
me criticaban que llevara mis cosas listas, decían: Aquel, señalándome, se
quiere brincar a todos, me decían, y yo aguantado porque eran mujeres, la
carilla era de mujeres ¿No? Me decían:
Calma contador aquí hay orden.
Ya ves que hay barberos por
todos lados ¿No? Me decían: El jefe dice cuál es el orden no tú. ¿Tú eres el
jefe? No, no soy. Entonces aguántate cabrón, me decía la compañera que acababa
de desairar en el trayecto, cobrándosela.
Postúlate para jefe. No. No. Yo no puedo hacer eso soy invitado aquí en
la Universidad. No, postúlate, si se puede, pero mientras pues si respeta el
orden ¿No? O piensas que es más importante tu información ¿Que la que estamos
viendo?
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Yo dije que mejor a La Cabaña
del Indio o a La Cava de León y todos me voltearon a ver como a tercermundista,
¿A este tipo que le pasa?, vamos a comer aquí de postín y se quiere ir a
cualquier lugar de segunda, y no, vámonos a La Mansión del Quijote y allí me
dieron mayoría entre todos. Bueno, así fue la situación y después me dice el
Director del Patronato: Tú vienes con nosotros. Y le digo: Mire Ingeniero, los
viernes tengo que ver como cerró la producción de la panadería porque no quiero
venir los sábados y la librería también, porque no se adelantan ustedes y yo
allá los alcanzo. Pero como esa ya se las había hecho muchas veces ya se la
sabían y me dijo muy serio: Tú vienes con nosotros. A lo que le conteste con
mucha furia y gracia: Si señor, sí señor. ¿No?
Me tenía agarrado por las
orejas este cabrón, no eran ni las doce del día y yo no tenía hambre ni sed de
justicia, nada.
Me tocó llevarme a la comida a
una compañera que era tremenda a la primera oportunidad te agarraba una pierna,
había sido la novia de la mitad del pueblo, de medio Chapingo ahí, muy buena
chica ¿Eh? muy buena chica.
Le decía no, tranquila. La
vedad hacer algo con una compañera de trabajo es lo peor que te puede pasar en
el universo, decía no, tranquila, tranquila hay más gente, estoy comprometido
aparte de que estoy casado estoy comprometido.
Me decía sin hacerme caso ¿No
quieres algo rapidito? Pero pues voy manejando como rapidito, tenemos que
llegar a comer. No de aquí algo rapidito de aquí allá acabas.
No pues si, pero mejor acelero
¿No? y llegamos más rápido. Esta como a 2 km Texcoco de Chapingo y me dijo ahí
mismo algo así como que me era homosexual por no hacerle caso (darle jalón, me
había dicho) pero su comentario no me incomodó.
Llegamos, Ahí dejamos
estacionados los coches en la avenida principal de Texcoco que es un pueblo globero,
pero con ínfulas de ser grande, y desde ahí yo estaba buscando quien se la
llevara de regreso porque íbamos a estar hasta muy altas horas de la noche,
escuchando reportes y todo lo que se escucha en una reunión de año de todo lo
que todo mundo opina dice y jala y no quería terminar la noche con esa chica
encima de mí.
Estaba preocupado por llegar
de los primeros para escoger con quien sentarme, no muy cerca del Ingeniero Ta,
pero no demasiado lejos, eso lo leí en un libro de estrategia política.
Bueno. Pues no, no me acomode en la mesa con nadie,
su mega amiga, Directora de Patrimonio estaba con un novio de ocasión y no
querían interferencia, como que estuviera molestando yo ¿Verdad? Está bien nos
sentamos espolvoreados todos en la mesa. El Subdirector lo más cercano al
Director ahí, le debía un par de favores, no eran de la misma corriente porque
allá en Chapingo tienen la costumbre de que cuando gana la rectoría de una
corriente nombra al Director del Patronato de su corriente, pero el subdirector
es de otra digamos que se controla uno al otro y así no hay tanto problema, es
una buena medida si se lo ve desde el punto de vista del control de fuerzas.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS113.- Un día, como hoy… mi hijo fue a su primer día de clases. Que emoción.
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Si claro, sí señor, sí señor,
le contestaba.
Y yo digo cuando va cada
quien, continuó, tengo mi programa de participaciones. No pues está muy bien,
está muy bien. Yo sabía que no tenía nada porque había investigado con su
secretaria para saber en qué momento me tocaba para salirme, ser el primero
para salirme y ahí que luego se arreglaran ellos. Me dijo que no llevaba ningún
programa que no tenía nada resuelto y que iban a ir improvisando conforme
avanzaran y de allí la pregunta: Maestro en qué lugar me toca participar allí
en el programa que tiene usted. Se me quedó viendo como viendo así un bicho
raro y me contesta: En su momento te lo voy a informar, ahora guarda silencio y
vamos a continuar.
Si señor sí señor, volví a
contestar.
Empezamos con un Departamento
de lo más desastroso, el Departamento de Proyectos y de proyectos no tenía
nada, no había proyectado nada, bosquejó allí algunas ideas, le preguntaba el
director, le preguntaba el sub director quien lo apacahaba (o sea consentía)
porque era gente de su mucha confianza. Si hubiera entregado una hoja en blanco
hubiera estado más completo su reporte, en fin y el subdirector salía en su
apoyo: Hemos platicado en muchas ocasiones, cada semana nos vemos dos o tres
veces.
Oye en el último semestre
¿Cuantas reuniones han tenido? Preguntó el director del patronato.
No pues bastantes esta
graneado, en los últimos meses, contestó el subdirector.
Y luego le metía el faul ¿No?
Le dice: Oye en los últimos seis meses tú estuviste dos en España y tres en
Oaxaca, solamente que se haya ido a vivir contigo porque así no veo claro como
hicieron para coordinarse.
No bueno, sí, mira, este,
telefónicamente nos hemos comunicado, en aquel tiempo no había internet todavía
estaban empezando las primeras computadoras, bueno en México no había internet
como ahora que tiene redes y terabits y así también le he mandado algunas
cartas y en eso estaba el asunto muy complicado porque no había hecho aquel
jefe de departamento nada, y era un año bueno, con muchos proyectos que habían
presentado los investigadores para desarrollarlos. Ni tarjetas de presentación
llevaba ¿No? Está bien.
Bueno, dijo una compañera, la
Directora de Patrimonio, oigan ya hace como hambre ¿No? Es que ayer tuve una reunión y acabó tarde y
ya tengo sed y hambre. El subdirector agarro rápido la jugada y dijo: Yo
también ando así con apetito, pero no sé tú, le dijo al Director el Patronato,
como andes, si quieres vemos un par de casos más y luego nos vamos a comer. El
yucateco filósofo que entendió que estaban pidiendo tregua de la golpiza que
les estaba dando dijo: Está bien hagámoslo, hagámoslo, vamos todos a comer a La
Mansión del Quijote, me parece que así se llamaba.
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Terminó riéndose de mis
ocurrencias y me dijo: No crea que con este circo que montó me va a convencer.
Estas son mis condiciones: Me voy a retirar de aquí una semana antes del
evento, me voy a hacer un recorrido por cada uno de los departamentos para que
conozcan mi problemática más de cerca, voy a necesitar que me ayude con las
mudanzas y que me sigan dando el servicio de té, necesito imprimir unos
folletos para entregar aquí y en Texcoco y algunos fondos –Cuando vio que ya no
me estaba gustando el asunto corrigió- no muchos pero los repartidores
necesitan cobrar algo y por último dos
inserciones en diarios locales.
Volteó a verme como diciendo
ya terminé y la pelota está en tu cancha. Me quedé pensando un poco, como
asimilando las cosas.
Está bien, te pido que te traslades
de un día para el otro cuando se requiera, quizás sea menos de una semana, me
sirve también para hacer presión y obtener algo que necesito, por las mudanzas
y el servicio de comedor que te hemos dado van a continuar y si quieres algo
especial me avisas, en cuanto a las impresiones, esas te las pueden dar tus
amigos, te lo cambio por la impresión de un libro de tu especialidad y un libro
de tu lucha, que te autorice antes el ingeniero Tah, cuando le dije esto le
brillaron los ojos, para un Chapinguero es
su sueño cumplido tener un libro impreso.
Otro problema resuelto.
Los chapingueros que no podían
participar invitaban a otros a hacerlo, ahora fueron varios grupos musicales
que querían amenizar el evento y llevaban sus propuestas, me querían ver el viernes,
que para mí era complicado porque los viernes eran de locura en Chapingo porque
que tenía que escóndeme prácticamente del ingeniero, del subdirector, de todo
el mundo porque se hacían unas reuniones de trabajo que empezaban a la hora de
la comida, algunas veces antes y terminaban a la una de la mañana o más allá,
estaban levantando las mesas, las sillas a las mesas para invitarnos a salir
¿No? discretamente y nosotros allí estábamos. En alguna ocasión recuerdo que
nosotros estábamos en una reunión evaluando objetivos y metas que se habían
cumplido del año anterior y como yo tenía cubierta mi meta más del 100 % de lo
que me habían pedido pues no tenía problema, veía como sufrían otros, veía al subdirector y gente
que no llevaban nada de información financiera y no financiera a la reunión y
entonces para evitar que me llevaran los compañeros y compañeras (Que eran
aguerridas para el trago) a beber o a lo que fuera porque tenía demasiado
trabajo y en la noche clase en la Facultad de Contaduría de la UNAM en México y
hay que viajar hora y media para llegar a la clase, yo lo que dije fue: Oigan quiero empezar yo a
exponer mis datos aquí tengo un resumen
estadístico, cuadros de cada una de las empresas y un consolidado, lo vemos
rapidísimo ¿Eh? ahí tengo los respaldos de contabilidad de cobranza en fin está
bien amarradito todo porque no empiezo yo y ya después vemos cómo se puede
hacer con los demás aprovechando que lo tengo amarrado. Dando a entender que
había algunos que estaban todos perdidos y se me queda viendo el yucateco
fabuloso este, ¿No?, y filósofo etc. y me dice: No contador, yo soy el Director
del Patronato Universitario.
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Imagínate que la persona tuviera
otra novia ¿no? y le encuentra la foto de la ex, y yo creo que fue una relación
muy importante porque antes no sacaban fotos como ahora, ¿no?, que hasta en
ráfaga sacan fotos y no te cuesta nada, antes si te sacabas una foto sí costaba,
tenías que ir a un estudio fotográfico donde te buscaban el mejor ángulo, la
iluminación, muchas cosas, entonces para dar una foto a alguien era importante la
persona y te la encuentra la nueva novia es para problema.
¿No sé si recuerdes de las fotos
callejeras en el D.F.?
No, no me tocaron, no sé cómo
eran, si acaso recuerdo las fotografías que sacabas en un cubículo cerrado,
eran varios disparos y podías cambiar de posición.
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Si contador, pero esta es mi
lucha y es irrenunciable, le agradezco lo que hace por mí, pero me tengo que
negar a su atenta solicitud.
En realidad, no es una
solicitud ni una súplica es una instrucción que le doy.
A Rodolfo le temblaban las
piernas de ver el tono del diálogo que estábamos teniendo y se volteaba para
todos lados, no fuera que alguien nos escuchara.
No atiendo a este tipo de
insulto que me viene a hacer, estoy en mi derecho de…
Está bien maestro, solo dígame
si se retira o no.
Lamento mucho decirle que me
quedo.
Está bien, acto seguido empecé
a echar afuera las cobijas que le había mandado para el frío y todos los libros
y periódicos.
¿Pero que hace Contador? De
que se trata esta injusticia.
Nada solo estoy recuperando
las cosas que salieron de la panadería ilegalmente y que acabo de reconocer,
seguro le voy a hacer cargos por robo, tengo aquí testigos.
Si cree que presionándome voy
a resignar mis derechos está equivocado.
Yo solo digo que no espere
nada de ayuda del personal de la panadería, nada de alimentos, de nada y que a
partir de este momento dejo 3 personas de vigilancia para evitar que ingrese
cualquier tipo de alimento, voy a revisar personalmente cualquier bulto o
persona que ingrese a esta carpa. Empecé a escribir en unas cartulinas que
llevaba, que el maestro solicitaba que las personas que lo visitaran no
llevaran ningún tipo de bulto para evitar suspicacias y que sería revisado todo
el material que entrara o saliera.
Coloqué sobre unas maderas a manera
de avisos las cartulinas y me quedé allí en la carpa en actitud exagerada de
revisar todo lo que pasara a un metro de la carpa. El maestro estaba confundido
y no sabía qué hacer, sobre todo cuando llevaba un desayuno y una comida sin
recibir alimentos y ya empezaba a resentir el efecto de los primeros mareos,
mientras yo me despachaba con mis alimentos sobre una mesita que me llevaban
para la comida. Platicaba con el maestro para que vieran que éramos cercanos,
le hablaba de política nacional e internacional y el maestro se centraba en mis
malas acciones.
Le comentaba que sin alimentos
las noches son más frías, que cuando ayunaba era el segundo pero sobre todo el
tercer día los más difíciles, que el cuarto día se rompen los músculos porque
el cuerpo los empieza a consumir, como anticipándole lo que venía. El maestro
se confiaba de que en la noche lo iba a dejar para ir a mi casa, pero cuando
vio que me traían la cena y abrigo y una silla más cómoda se empezó a
entristecer y más cuando dos de mis ayudantes panaderos se quedaron conmigo y
traían baraja para matar el tiempo, allí entendió que no lo iba a soltar, ya a
las tres de la madrugada me pidió algo de comer y le dije que fuera valiente y
no resignara sus ideales a un simple pan con té.
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Y bueno, de lo extraña que era la
canción tuvo mucho pegue, muchos seguidores, se escuchaba en todos los bares,
en todos lados y eso pues sí hay que reconocerlo.
Tenemos que quitar al maestro
huelguista y como sabe del evento ahora se está atrincherando y no sé cómo le
vas a hacer para moverlo sin repercusiones.
Pero yo no llevo la agenda del
rector, que vaya su particular (secretario) y platique con él.
No, esto ya se salió de
control, por eso te pido que tú lo muevas.
Si quiere traigo una carreta y
lo subo, pero si va a dar batalla.
No, que no haya repercusiones,
ese es tu problema.
Cuando entré me dijo “Tenemos
un problema”
Si, lo dije como una formula
amable, realmente es tu problema.
Pero no sé cómo hacer, deme
una idea.
Por eso te dije que es tu
problema y ya vete que quitas el tiempo.
¡Uf! que de problemas, de
inmediato llamé a Rodolfo, el jefe de la panadería a mi oficina. Después de
maltratarlo unos minutos por meterme en problemas le dije cual era el problema
y que fuera con el maestro a dialogar para que se moviera, aunque fuera por 72
horas para que el evento se diera en las mejores condiciones.
Al otro día temprano estaba
Rodolfo esperándome en la oficina, desde que lo vi supe que no había buenas
noticias.
Jefe, me dijo, hablé con el
maestro y me pide que lleguemos hasta el final, que siente que ya le van a
hacer caso a sus demandas.
Ya no hay tiempo, ven
acompáñame, eso lo arreglamos ahorita o se nos va al carajo todo.
Si, jefe pero no quiere
escuchar.
Ya veremos.
Llegué a la carpa que tenía
montada el maestro, estaba en su catre recostado leyendo en un periódico sus
últimas declaraciones, se levantó con una lentitud fingida en cuanto me vio.
Contador, gracias por venir.
Allí mismo le hice ver que no
era una visita social: Maestro vine a pedirle que mueva su carpa a otro lugar.
Estoy por presentar un libro de la Capilla de Diego Rivera y daría mal aspecto tener una carpa con una protesta,
espero me entienda.
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Dale y se estableció cual iba
a ser el mecanismo, se llevaba atrás de la chamarra americana de esas que le
gustaban al panadero, de esas negras grandotas alguien que fuera más delgado,
el panadero pesaba 110 kg su hermano que también era panadero pesaba 120 kg. Y
era una barbaridad. Entonces Toño fue el encargado de llevar las cosas. Toño
tendría unos 28 años, ayudante general, bueno para las mujeres, enamoraba todas
las que uno pudiera tener memoria y bueno pues ahí, las chicas también querían.
Era casado, pero andaba haciéndole hijos a todo el mundo. Le tocó una panadera
que ¡Ah! que bárbara tenía unos muslos increíbles, pegados siempre, hasta le
dificultaban caminar, bien entrada en carnes, hacía mucho ejercicio esa mujer
caminaba mucho y ejercicios de piso abdominales, torsiones, etc. y así era su
cuerpo, pero estaba dura, en alguna ocasión lo pude comprobar porque ella me lo
pidió, no porque yo fuera un sátiro, no, ella me pidió tóqueme contador. No,
pero como tóqueme.
Si, para que vea que estoy
bien dura.
Újala, y si estaba muy dura,
las piernas la cadera, el abdomen, bueno, ya me estaba animando con ella.
Al principio nuestra buena
acción nos mantenía ocupados pero después se volvió un problema, al profesor se
le había ocurrido hacer su huelga de hambre en “El árbol de los acuerdos” esa
es una historia vieja pero en resumen cuando estaba el General Porfirio Díaz de
presidente y para que hubiera democracia puso a otro general de presidente pero
en realidad mandaba Don Porfirio y ese general se fue a refugiar a Chapingo
para “gobernar” desde allá y debajo de ese árbol dictaba sus acuerdos y por eso
se le llama así y es importantísimo, hay que cuidarlo más que a un dinosaurio
vivo.
Ese árbol está casi enfrente
de la capilla de Diego Rivera y que mala impresión íbamos a dar con un
huelguista enfrente del evento magno.
La rectoría no sabía cómo quitarlo sin que mediara fuerza y la fecha se iba acercando. Una tarde me llama el ingeniero Tah y me dice: Tenemos un problema.
Dígame ingeniero.
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Tampoco entendí la reacción, no
entiendo porque va a poner en un cuadro su retrato, bueno sí entiendo que los
retratos se ponen en cuadros y luego en la mano una copa de vino, ahí no le
hallé la relación, porque se brinda por cosas bonitas no por cosas fea yo digo
que así la jugada contraria no queda.
Nunca entendí todo esto, pero
pues bueno el sí, ahora también faltó a todos imaginación, yo creo, y voy a
decir mi razón, porque uno escucha por ejemplo la canción de Camelia la texana,
y es ésta una canción que tuvo mucho éxito, donde la Camelia mata al novio
porque el novio andaba con otra, una cosa así, entonces nunca se sabe qué pasó
con ella, pero hay otra canción que dice que se la llevaron a Jalisco, dando a
entender que los de Jalisco son bravos.
Hace falta la canción qué el nieto,
no, el bisnieto, que diga encontrar la carta de su abuelo y decía esto y
también encuentra la foto ¿no? Decía la carta, por ejemplo, que es más
importante la paz del mundo o cualquier cosa, decía: salvemos a Willy, no, no,
esté, ya no gasten más el aguinaldo, o cualquier cosa. Puede también dejar en
claro su decisión de mujer (ahora están de moda) podría decirle: te fortalezco
mi decisión de no estar contigo, me voy a casar con Manuel porque tú siempre
estás borracho (después de años se daba cuenta).
O decir que apenas entendía la letra
de la carta porque la mujer había llorado sobre de ella y se había corrido la
tinta pero que le refrendaba su amor por siempre, pero qué tenía que ir a
cuidar cabras allá con Heidi ¿no? una cosa así.
Entonces alguien más ya puede
hacer la tercera parte y así nos vamos, pero si son canciones que siembran
dudas que no se entienden y alguien las tiene que desentrañar tenemos que
llegar a la verdad porque no es una ni dos, varias generaciones quedaron en
duda y aún están en duda de que pasó la canija carta, ¿qué pasó con la foto?
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¿Qué canciones o melodías te han
marcado?
Bueno, marcado no, solo el
ganado, jajá, pero si hay canciones que escuchaba de pequeño y que por más que
pasa el tiempo no se olvidan y no porque sean muy refinadas. Una, por ejemplo, decía
no abriré para nada tu carta y entendí que era una canción que había marcado la
vida de las personas (otras, no yo, no era mi época).
Recuerdo cuando era chico estar
en Acapulco y tener vecinos ahí en la residencia y oficiales mi papá era Marino
militar y eran cuatro casas juntas por módulo, las que había en la Base Naval
de Acapulco entonces a un lado está la familia Jiménez atrás de nosotros me
parece a la familia Navarro y a un lado de ellos ya no recuerdo quiénes
estaban.
Al señor Navarro le gustaba poner
la música muy alta el radio porque antes no había toda esta tecnología
microcomponentes televisiones pantallas que pasen a ser un centro de sonido que
se le pueden conectar bocinas, bafles, en fin ¿no? La nueva tecnología, pero en
aquel tiempo sólo estaba el radio.
Las más conocidas eran las norteñas
porque la mayoría de la gente vivía en el campo y era lo que le gustaba, también
había boleros, andaba por ahí Agustín Lara Alejandro Algara y otros, las
rancheritas eran las buenas, se le llamaban rancheras porque hablan de los
ranchos, música que nació de los ranchos, campiranas, digamos, y había
canciones que yo hasta ahora pues no entiendo y hay unas que
no entendí y otras que me quedé
con la duda ¿no? hasta hoy por ejemplo una que cantaba Cornelio Reyna y decía
me caí de la nube en que andaba como a 30,000 metros de altura y uno se
pregunta qué andaba haciendo a treinta mil metros de altura si la altura crucero son que seis mil para los aviones y luego ¿qué andaba haciendo? ¿se resbaló de una nube? y
bueno, pues era la época de los hippies, las drogas psicodélicas y todo eso,
entonces a lo mejor por ahí venía la jugada, imaginó todo, y luego ¿cómo fue
que le cayó en los brazos a una chica y no la mató? es algo que te caiga de diez mil metros de altura, aunque fuera una canica o una piedrita te mata con esa fuerza
¿no? por la ley de gravedad, con esa atracción agarraría una velocidad cañón.
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Agarrando valor me dijeron: Es
el maestro que una vez nos ayudó.
¿Nos ayudó?
Si acuérdate jefe, en la feria
de libros de Guadalajara, la FIL. (Feria
Internacional del Libro)
No me acuerdo, bueno si tú
dices… ¡Ah! ya sé ese chaparrito moreno.
Si ese.
Huy pues se metió con quienes
no lo van a ayudar, porque nadie se ha salvado de la muerte por inanición y en
esta universidad puedes estar un año de huelga de hambre y nadie te hace caso.
¿Cómo crees?
Pues sí creo, y para ayudarles
les pregunté: ¿O, pues que proponen?
Le vamos a llevar una jarra de
té.
Oye pues está bien pero igual
se muere porque el té no alimenta.
Le vamos a llevar un jugo, un
licuado, y unos dos o tres tamalitos.
¿O sea que hacen huelga de
hambre con tamales? Pues así no se va a morir nunca, me imagino que la cosa es
que se muera en algún momento y así pase a la posteridad como mártir.
No, no, no, que no se muera,
bueno a medio día le llevamos un jugo de naranja, un jugo grande y un par de
tortas bien preparadas.
¿Y quién las va a
preparar?
El maestro panadero.
Bueno y las demás partes ¿Se
van a hacer los ciegos? Porque pues tiene que dar entrevistas y reportajes y
todo eso, y se van a dar cuenta de que hay sobras de comida, hojas de tamal.
No, le vamos a dejar un bote
para que tire los residuos, la basura, y pasamos por la basura nosotros tres
veces al día.
Bueno pues con tal de que no
se muera de hambre nadie en el país, creo que lo tenemos que hacer, estamos
obligados a hacerlo, oye Rodolfo pues muy buen pensado, vamos a hacer eso.
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ENTREVISTAS
mis encuentros con Julio han sido
de muchos tipos, pero siempre esas platicas me parecen interesantes, un punto
de vista basado en su experiencia de vida, conocimiento de años y con lo que el
señala como lógica común. Me dice: hay que irse a lo básico. Maneja premisas como: siempre hay a donde
volver (regresar). Tiene una que es más importante para no discutir: Siempre es
mejor la opinión de la otra persona. Son encuentros divertidos y se aprende de
estas conversaciones.
En alguna ocasión le pregunté por
las canciones o música que lo había marcado o que considerara especial.
¿Cómo se habrían originado las
canciones?
De un tiempo para acá, o antes no
había prácticamente canciones había otra composición gramatical si es que le
podemos llamar composición gramatical a los cuentos que contaba la gente. Al
principio se platicaba o contaba a pocas personas, pero cuando el público se
empezaba a hacer mas nutrido y como no se alcanza a escuchar en la parte de
atrás, se tenía que alzar la voz y para que se pudiera escuchar bien el final
de la palabra de la expresión tenían que alargar un poco la palabra así
empiezan las canciones, me parece, por lógica, no tienes que ser un perito para
suponerlo, basta ir al centro de la ciudad y ver a los merolicos cuando
empiezan sus actividades con poca gente y después cuando se llena de público más
el ruido de la calle, autos pasando, aviones y demás.
Después viene la música, la melodía para que
se pudiera acompasar y después la última si tenemos esto ya sabemos cuál es el
futuro de la música de las canciones revolución y puede ir a la involución, o
sea a guardar silencio, escuchar solamente la música que es una cosa fabulosa,
ya ocurrió con la música clásica pasó y se hizo algo muy bonito, después vino
la ópera que fue algo fabuloso, otra vez la explosión de la voz para que se
escuche todavía más lejos con públicos mayores.
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Si aquí traemos mire esta, esta, esta otra.
Déjenme ver sin que sea un compromiso de estas cuatro o
cinco ¿Me las pueden montar en un aparador?
Si.
Le dije a mi secretaria que
les consiguiera dos aparadores de tótem de la rectoría, pero que no dijera para
que, solo que era para el evento.
Voy a rectoría a pedir un
espacio allí, no voy a decir para que, porque si digo para que me van a decir
que no.
Bueno, gracias contador.
Nada de gracias, traigan lo
mejor que tengan ¿Eh? Cuando a mi me dicen cinco yo digo diez, si me dicen
traiga uno yo llevo diez, para lo que se ofrezca, por si hay más espacio.
Para ese tiempo estaba un
maestro que lo habían afectado de alguna manera y había decidido hacer una
huelga de hambre el maestro pues no era delgado si era robusto tenía una
imaginación muy fuerte y se le ocurrió poner una tienda de campaña a un lado
del Árbol de los Acuerdos y este maestro por alguna causa era amigo del jefe de
panadería y el maestro panadero y me dijeron: oye está haciendo una huelga de
hambre el maestro. Bueno pues espero que tenga mucho aguante y mucha suerte
porque que yo sepa aquí no le han hecho caso a nadie que haya hecho una huelga
de hambre, aunque este en los huesos. Sí, me dice ese es el problema, pero te
queríamos avisar.
Bueno y eso ¿Porque o cómo?
Para que nos autorices cabrón. A ver, no te entiendo y así como que me querían
decir algo y no se animaban, se les retorcían los dedos y así no se animaba
parecían adolescentes queriendo conseguir novia ¿No? porque no se anima no sabe
cómo decirle a la chica, se le atoran las palabras, les da güegüencha (o sea vergüenza)
y bueno, está bien.
Líquidos si puede tomar me
dijeron.
Ok, siempre en una huelga de
hambre se permite tomar líquidos, jugos para que aguanten, si fuera la huelga
de líquidos duraban una semana y no hay presión así. Hay que estar al final
boqueando, le inyectan suero, para hacer más trágico y lo pinchan, no le atinan
a la vena y sangra y hay que ponerle ahí imaginación no a este asunto. Está
bueno.
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Llegué a la oficina muerto de
cansancio más dormido que despierto, estaba mi secretaria sentada en su
escritorio y escribiendo oficios, entré hasta mi escritorio, había cristales
rodeando mi oficina, de esos cristales opacos que no se puede ver, me senté
para acomodar las cosas que traía en mi portafolios y ¡tuc! Tuc! tuc! Toca la puerta mi secretaria y me dice:
contador lo están esperando.
Bueno, pero hoy no tengo
proveedores, le dije.
No, son dos chicos.
¿No pueden venir mañana?
Recíbalos un minuto.
Aquí no hay como estar con las
secretarias al tiro, siempre hacemos los que nos piden; le dije: Claro que sí,
que pasen. Iban dos muchachos uno era Cruz Galia me parece su nombre artístico
la otra era una chica, Blanca: ambos eran artistas aparte de ser estudiantes y
también escribían, pintaban acuarela, oleo, dibujo y la verdad si les salía muy
bien, muy muy bien. Dije: Bueno, ¿en qué les puedo servir?
Pues mire contador estamos
haciendo nosotros una oferta, queremos participar en su evento.
¿En cuál evento?
En la presentación del libro
de la capilla de Diego Rivera.
¡Ah! pero no estamos
contratando personal muchachos, con lo que tenemos vamos a salir los meseros los
va a poner la rectoría ya avisaron. Porque cuando vieron al personal que yo
tenía en la panadería y librería (o sea las chicas que iban a servir de
edecanes) para andar atendiendo a las personalidades que iban a ir aflojaron la
cartera y dijeron nosotros te ponemos las mesas y los meseros. Cabrones ahora
si ya no querían que me quebrara en el intento, la veían muy cercana.
Bueno, queremos participar
como artistas plásticos para presentar nuestra obra. Jajajjaa, voy a presentar
un libro muchachos.
Bueno, sí, pero va a tener
renombre y queremos participar, que nos vean, montar una exposición allí.
Bueno déjenme ver ¿Tienen aquí
alguna obra?
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Si contador, no se preocupe,
voy a ver que eso se pueda hacer.
Le agradecí mucho su tiempo y
en ese momento se retiró y a mí me
sacaron de las instalaciones, que mala onda no me dieron tiempo de ahí de
buscar una modelo, una vedette algo.
Por acá contador, me dijo una
voz atrás de mí que me tomaba por el hombro.
Si como no.
Ahí me entregaron la tarjeta
en la mano, la que se me había caído, como diciendo llévese su basurita de
aquí. De esas cosas que te dan escalofríos ¿No? Ese guardia me entregó con otro que me sacó de esa área y con otro
hasta que me sacaron de las instalaciones, como para que ya no perdiera mi
tiempo allí.
Había dejado el coche arriba
de una banqueta en una calle pequeña, y me di prisa a recogerlo porque acá se
llevan los coches las grúas con una facilidad que espanta. Después de esto me
fui a tomar un café, de los leones que me interesaba cazar ya había cazado a
todos. Ahora había que esperar el resultado.
Al poco tiempo platicaba con
los amigos en una reunión les comentaba que lo había invitado. Sí, yo también,
me dijo otro.
Hablé con él, reafirmaba.
Yo también hablo con él cuando
está en la televisión.
No, en persona.
¿En persona?
Si en persona lo hice.
No mames cabrón.
Si.
No me digas
Si, así fue.
Conté varias veces la anécdota
con mi familia mis amigos mis hermanas, mi encuentro cara a cara con Jacobo Zabludovsky.
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