Me hablaba mi secretaria
cuando me encontraba al fin y le decía muy formal: en que le puedo servir. No,
le hablaba el maestro porque hay una comida en tal lugar y lo invitaba. Huy que
barbaridad, pero tengo mucho que hacer tengo que ir a revisar una operación, hay
que hacer la firma de fin de semana, el pago de tal cosa o firmar el contrato
con un proveedor, pero si avísele al maestro que ando saturado, por favor,
porque los resultados no se dan porque si porque muchas cosas tienen que pasar
para que resulten.
Faltaba muy poco para el
evento y logré varias entrevistas en diferentes medios de comunicación, mande
traer al escritor que vivía en Durango y trabajaba en Zonas Áridas, una
extensión de la Universidad, una semana de locura, porque si nos daban la
entrevista pero no iban a Chapingo, así que tenía que llevar al escritor y al
ingeniero Tah Iuit por todos lados, entregamos fotografías para llenar una
pared grande, el escritor se vio abrumado y empezaba a tomar actitudes de
estrella hasta que le pedí prudencia, en las veces que quisieron entrevistar al
Director del Patronato Universitario (el yucateco filósofo) se negó diciendo
que eso lo vieran conmigo o que ya se había entregado suficiente información.
Terminé extenuado, mucho
trajín, dormía en mi oficina porque tenía que hacer el trabajo habitual,
revisiones, firmas, autorizaciones y diversos, me acostaba en un sillón y le
pedí al vigilante que cuidara mi puerta y a las seis de la mañana me despertara, me levantaba completamente
dormido para desayunar lo que me enviaban del comedor universitario o que me
traían de la panadería, eso sí, calientito, después me iba a bañar a las
compañías y regresaba a continuar con los preparativos, recuerdo esos días con
mucho cariño.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS