martes, 2 de noviembre de 2021

CAPILLA DE CHAPINGO PINTADA POR DIEGO RIVERA, EL LIBRO. XLIII

 


¡No vamos nada! interrumpió con fuerza el ingeniero Tah, están ustedes renunciados ahorita, que acaso creen que no conozco que no tienen ustedes el dato del informe anual.

No bueno, yo aquí tenía algunas cosas, se escuchó alguien que quería quedar bien.

Miren aquí está impresa la información del contador y la traía hasta en computadora, ¿Quieren que la veamos? Vienen cuadros y anotaciones y lo que hicieron fue emborracharlo para que no pudiera dar su informe, por eso todos están renunciados.

No, Ta espérate, a lo mejor si se nos pasó un poquito la mano, pero pues él también es mayor y puede negarse ¿No? Dijo la güera.

Sí, sí, se puede negar, pero ustedes lo sonsacaron. Y alguien que era muy inteligente por allí y que trató de darle un sesgo ¿No? Sabía que mientras más hablaran, hablaran, hablaran se le iba a pasar el coraje al Ta y le dijo: Yo te voy a decir porque me tomé tres hidalgos con él.

Y el Ta pues también andaba medio fumigado, había tomado también, está bien que parecían esponjas, pero también se alocan ¿No? Bueno, y le hizo un   movimiento con la cabeza para que siguiera. Te voy a contar que a mí me tocó irme con él, no traía auto y en el camino me agarró la pierna y yo me hice hasta la orilla del coche, pues somos compañeros y no correspondía ¿No? Luego me agarro los chamorros y yo la verdad le iba a tirar una patada y como somos compañeros pues iba a quedar mal, llegar a una comida así todos peleados enfrentados pues no correspondía. Y ya cuando íbamos a bajar pues si me dio un pellizquito en la pompi y por eso si yo dije tres veces me agarró pues tres hidalgos me echo con él y esa fue la razón, tu dime si hice mal, a ver, piensa yo soy mujer como quieres que me defienda y Ta empezó a reírse ya, cuando vieron que por allí pegaba la cosa alguien dijo bueno, yo también te voy a confesar algo, fíjate que le diste tú la instrucción de que me ayudara a hacer unos proyectos y un día me citó y yo no podía, tenía que ir por mi esposa a Texcoco y él me dijo: “Que después no podía que tenía que ir a las ventas, a la panadería y voy a México”.

Entonces me dijo te veo a la una de la tarde, pero yo tenía mi clase y le dejé un recadito con mi secretaria de que no lo podía acompañar, entonces a las cinco de la tarde se presentó en mi oficina y me obligó a estar allí con el ¿Para qué? Pues no sé porque nada más me dijo que no estaban bien presentados los proyectos, sacó unos formatos allí del Banco de México, me tacho unas cosas, me dijo estas cosas de aquí no las llenes, las demás si y me dijo: Después de que llenes todos tus datos, revisa y si este dato que te marco con amarillo te da positivo, más de uno me lo traes, si no, no me hagas perder el tiempo, esta es la tasa interna de retorno.

El Dueño Del Dique

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