Más adelante con tanta carga de trabajo se
crearon unidades de revisión externa, en Ciencias, y las foráneas en Cuautitlán
Izcalli, en fin y Jairo se fue a Ciencias a trabajar.
Por otro lado, había la presión
en la Rectoría de por cómo se había hecho el trabajo de revisión del Fondo Fijo,
se quejaban de todo, desde la llegada temprano, la solicitud de una nueva sala
de juntas con llave, del secuestro de los valores, que no se había avisado que
se iba a hacer el arqueo, la gente no estaba preparada.
Le pedí a Andrés que pudiera
avanzar revisando ingresos extraordinarios, revisando proveedores, entradas al
almacén, me contestaba: lo voy a
considerar lo voy a considerar, pero pasaron dos semanas y yo insistiendo en lo
mismo. Una de las chicas me hizo el favor de mecanografiar mi informe en borrador,
porque en aquel tiempo los informes se hacían y se corregían y se corregían y
se corregían y se corregían casi hasta el infinito, se decía que lo estaban
puliendo.
Me llamó Fermoso porque el otro arqueo que se
hizo en la otra dependencia salió igual peor o muy parecido, no me acuerdo.
Para avanzar pensaba que podíamos
cancelar una auditoría y repartir la gente entre las dos que ya teníamos con
resultados negativos y ampliar para obtener un resultado más completo,
incluyendo ingresos extraordinarios, y otras cosas, allí aprendí la famosa
visión del bosque y la hoja.
Seguía avanzando en tratar de preparar en lo mínimo al personal que me tocaba, me decían que tenía mi escuelita de contabilidad, también trataba de convencer a la gente de que se fuera otros lugares para que tuviéramos la plaza disponible, intenté hacer cambios o permutas, fui inclusive a varias Facultades para ver si necesitaban personal pero todos querían llevarse también las plazas para mandar alguna gente para allá, pero todos querían llevarse también las plazas, no solo el personal, también quise colocarlos con algunos amigos pero sin suerte.
El Dueño Del Dique
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