Le insistía a Andrés Ayala sobre
la necesidad de hacer cambios en el personal hasta que un día me dijo: es que
es lo que hay, con esto tenemos que trabajar y no se ve que vengan nuevas
plazas.
A partir de esa plática empecé a
implementar las pláticas (orientaciones sobre contaduría y sistemas) con el
personal, desde el principio, que es un balance, qué es un cliente, qué es una
nota de crédito, qué es una nota de débito, y cuando había un tiempo les a explicaba que
es una T de mayor, que es un libro diario, o sea detalles de estos qué son de
primer semestre de la carrera, y bueno algunas personas decían que les hacía un
examen porque les decía: sacando una hoja en blanco, y alguien preguntaba si
había examen, les decía que no, lo que pasa es que falta tanto tiempo para que
abra la ventanilla que vamos a auditar, que nos da tiempo de hacer un pequeño
ejercicio.
Nunca habían estado en una
empresa o en un trabajo formal y ahí me enteré de un de un dato brutal, auditoría interna no tenía plazas para
contratar personal cuándo inició, así que pidieron jóvenes para hacer el
servicio social de las carreras de contaduría y de administración en un
principio pero vinieron estudiantes de muchas carreras aunque no fueran afines,
y ante la falta de candidatos y con la necesidad de dar algún resultado
aceptaron a todos, y ellos fueron los que comenzaron a hacer las auditorías, estudiantes
que nunca habían estado en un trabajo, ese era su primer trabajo.
Canmojado (cambié el nombre), el
encargado del archivo, pero su plaza era de base o sea era sindicalizado, ahí
me di cuenta que el sindicato tenía todo el conocimiento lo que hacía auditoría
porque podía sacar copia de todos los archivos, si yo fuera del sindicato me
gustaría saber en qué está fallando la administración y en el momento dado
puedo reclamar directamente.
Entonces estos muchachos estaban allí haciendo su servicio social y de repente se consiguen las plazas para auditoría y en vez de hacer una labor de Head Hunter, de revisión, de análisis, lo que se le ocurrió a alguien, yo me imagino mal pensando, que no se quiso traer gente del medio que estuviera experimentada, para evitar dar un buen resultado. Era Auditoría Interna un tigre sin dientes ni garras.
El Dueño Del Dique
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