No recuerdo si era contador o administrador, pero era uno
de los consentidos, hola, los vi aquí que estaban muy enfrascados y quiero ver
de qué se trata y para ponernos de acuerdo para ir a comer a algún lugar del
centro.
No Raymundo, le dije, tenemos que terminar de revisar
esto. Andrés me dijo, tengo otra reunión en rectoría por la tarde, déjame toda
la documentación, el informe lo tenemos que hacer. Yo lo tengo a mano, se lo
puedo dar a la a la chica de allá para que lo haga y avanzamos, señalé a una
secretaria.
Mira, este, hay que pulir el informe que revisa las
faltas de ortografía. Le dije: no tengo faltas de ortografía, he hecho informes
muchos años, no tengo nada de eso, si quieres lo puedes pasar crudo (o sea sin
revisar). En aquel tiempo había dos secretarias importantes para todos nosotros
una era Yazmín, rellenita, castaña, y la otra era María del rayo, morena, delgada,
tenía rulitos y todo el tiempo estaba hablando, y también estaba la secretaria
del Auditor Interno, la señora Tere, me parece, pero a ella no se le podía dar
nada, era exclusiva.
Se suspendió la reunión y se
fueron los dos a comer. Me quedó la promesa de vernos 3 días después con el
informe pasado a máquina.
Ese día no me pudo atender, lo vi
cuándo pasaba a ver al auditor interno intenté interceptarlo y me hizo un
ademán con la mano de que me detuviera. Pasó el día y cerca de la noche, ya
para irnos le pasé una notita que decía si quería que fuéramos a cenar o tomarnos
un café, y él sabía para qué era. Me mandó decir que tenía una reunión y
después lo vi en el pasillo de salida, iba con otro jefe platicando y no fue
posible verlo.
al día siguiente fui a hacer la
supervisión de la otra auditoría y me trasladé a Ciudad Universitaria para
llegar y me fui antes lo de la comida para estar allí, Andrés Ayala me vio
llegar, le pasé la notita de que podríamos vernos, para esto le pregunté a una
de las secretarias si habían pasado el informe a máquina, estaban muy saturadas
de trabajo haciendo otras cosas y era cierto todo el tiempo están trabajando,
en ese tiempo se usaban las máquinas IBM que tenía una esferita y no tenía
cinta de tela sino una especie de calcomanía, cuando se la pega a las teclas todo lo que se escribía queda grabado en la
cinta negra, cualquiera podría ver lo que había ahí.
El Dueño Del Dique
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