Recuerden que soy auditor, te
dijo mi mujer seguramente, dijo Humberto, no, es que aquí les gusta desayunar,
por eso me vine para acá, se quedaron viendo los dos. Esto ya está en el horno,
dijo Humberto, parece que nos van a dar luz verde para sacarlo a nivel
periódicos, y va a salir por todos lados, los datos deben ser correctos, no
pasa nada, les dije, estamos cubiertos, están allí las normas, están las
incongruencias, las facturas que están mal pagadas, están las facturas que son
apócrifas, está todo armado, me quedé un rato más para ver el informe terminado, pero ya estamos todos listos, me
dijo Humberto: mira mañana me voy a juntar con Juan Manuel en tal lugar. Perfecto.
No vayas a venir, porque va a venir gente que quiere ver esta información por
si necesitan una variación antes de salir a la luz, y pues les va a doler a
muchos, les va a pegar a muchos, este, te voy a pedir mucha prudencia, ya no
hables del caso con nadie y que sigas investigando en cuanto se abra la UNAM de
nuevo.
Así fue nos metimos a más áreas y
bueno me di la oportunidad para auditar personal, porque me percaté que los ex
auditores que trabajaban en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP)
tenían otros trabajos en la Universidad y se les pagaban muchísimas horas no
laboradas, allí empezaron los cruces interdependencias de bancos de horas del
personal y salieron muchos “aviadores” gente que cobraba y no trabajaba.
En aquel tiempo se podía hacer el fraude del
banco de horas en la Universidad porque no estaban enlazados todas las
dependencias universitarias, yo podía tener un contrato de tiempo completo en
una facultad y otro tiempo completo en otra y no había un sistema único que lo
impidiera.
En cuánto se tuvo el informe
“pulido” la Universidad presentó ante las autoridades judiciales el fraude y
ahí sí levanto mucho polvo, había periodistas que se presentaba a la ENAP para
entrevistarnos, nos los mandaban las autoridades para no tener que ver a los
periodistas y si se filtraba información no tener que ver nada, yo me cuidaba
de que no apareciera ninguna declaración, o plática, nada, ni mi nombre.
Iracheta, el caricaturista, nos hizo una caricatura de un auditor con una lupa ¿no? porque se suponía que la universidad era impoluta, que esas cosas no pasaban y si ocurrían se tenían que tratar internamente y no sacadas a la luz, no tenían un giro político estoy seguro, estábamos cumpliendo una revisión de un ilícito encontrado al azar.
El Dueño Del Dique
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