viernes, 10 de marzo de 2023

AUDITORIA INTERNA DE LA UNAM CAP. 39

 

Llegando hice un oficio diciendo que con esta fecha me había graduado de contador, porque cuando entré a Auditoría Interna había hecho el compromiso de graduarme lo más pronto posible, no me podían exigir más porque mi edad no daba para más, entonces estaba cumpliendo anticipadamente lo que había ofrecido.  Mis amigos y compañeros, todos me felicitaron hubo una catarata de felicitaciones, me sentía increíble, pero después del júbilo vino un bajón pensando en que toda mi vida desde los 3 años del jardín de infantes, kindergarten, 6 de primaria, 3 de secundaria, 3 de preparatoria y 5 de universidad, 20 años en mi vida había estudiado a partir de ese momento  ya no iba concurrir a estudiar, me había quitado una loza muy pesada de la espalda pero me llegaba otra, no tenía actividad por las tardes y noches, me preparé un café y puse una hoja blanca delante de mí, empecé a tirar ideas, 20 años había estado ligado a la escuela, desde el kínder, porque allá en Acapulco no era kindergarten como instauró Federico Fröebel, me acordé de cuando estaba en el jardín, en la Base Naval de Icacos, mi maestra Rosario qué bonita, La primaria Virgilio Uribe que tenía una directora Cuquita qué era férrea, yo creo que era de acero, de todos mis profesores me acordé, de la maestra de cuarto año cuando nos cambiamos de Acapulco a México, ella me quitó las faltas de ortografías a sangre y fuego, ya no me acuerdo su nombre, quinto año fue un desastre, para el sexto año ya estuve en la Paz B.C.S. donde también hice el primero y segundo años de secundaria.

 

Para hacer el tercer año de secundaria regrese a México, me acordaba de todos mis grandes amigos que había tenido, que ya no tengo ninguno porque con tanto cambio es imposible, después la preparatoria 2 y después la Facultad de Contaduría, toda la vida estudiando, una gran parte estuve trabajando, pero bueno se siente como un vacío como que vas caminando y te caes porque ya no vas a la escuela, extraño, muy extraño.

 

Al poco tiempo me llamaron de la Facultad de Contaduría, me ofrecieron un curso taller de fiscal, yo quería ver algo de finanzas porque andaba con la cosa de buscar trabajo fuera de la Universidad pero no había esa opción y estaba bien que la tomara, así que muy pronto estaba de regreso y después del cursos-taller de fiscal, un año dos años vino la Especialidad en contribuciones, por el 87 y la tomé, así que no perdía el lazo que tenía con la Universidad, con los estudios, una época muy bonita porque los sábado me tenía que levantar a las 6 de la mañana, llegar a la facultad a las 7, salir a las 11:00,  a esas horas el mundo se ve diferente, ya hiciste muchas cosas, en lo que amanece el mundo habías hecho una actividad importante, era lo máximo.

El Dueño Del Dique

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