miércoles, 8 de marzo de 2023

AUDITORIA INTERNA DE LA UNAM CAP. 38

 

 Pasó el tiempo y después nos llamaron a todos otra vez al salón muertos de miedo, ya se hizo, ya se hizo pensé, si nos llaman a todos

es porque ya no nos van a examinar, el Presidente del jurado nos dijo que había resultado un buen examen, un éxito esta práctica, la primera que se hacía del sistema de titulación moderno, empezaron a llamarnos en voz alta por el nombre y luego le decían aprobado, cuando llegó mí el turno dijeron Aprobado, se me abrió el cielo, palpé mi polvorón de naranja en el bolsillo y ahí fue la sonrisa, ahí fue la sonrisa,  todas las expectativas, todo lo que había soñado de chico lo había cumplido, en esta fecha me parece que fue mayo, yo tendría 23 años, había sido un camino brutal, porque en muchos tramos de la vida estuve trabajando con cada personaje que no me dejaba asistir a la escuela y al final me hice auditor porque había reprobado la materia de Auditoría, tuve que especializarme en la Auditoría, lo que pasaba es que no llegaba la clase, y tenía de maestro a un león, Casas Alatriste el dueño del despacho que fue muy famoso, era muy estricto, muchas ocasiones tuve que escuchar la clase afuera de la puerta porque no alcanzaba a llegar del trabajo, daba un margen muy pequeño para para entrar, 10 minutos y se cerraba la puerta, aprovechaba para comer una de las riquísimas tortas de mole con pollo qué hacen en la cafetería que está entre Trabajo Social y Contaduría, en esas fechas todavía podíamos pasar por el frente de Trabajo Social antes de que nos corrieran  y tuviéramos que pasar por el estacionamiento y se me hizo un error eso porque en trabajo social por lo general son mujeres y  de contaduría pasaban por lo general hombres y por ahí se hacían novios.

 Estaba cerca de la casa de mis papás y pasé rápido a avisarles que ya estaba graduado, se pusieron contentos, mi mamá y mi papá se emocionaron, la ilusión que había desde pequeños se estaba cumpliendo en ese día, me dieron de tomar un café con pan y me regresé a trabajar porque esa era mi vida, el trabajo, no tenía tiempo de festejar ni de nada, había pedido solamente permiso para ir al examen profesional.

El Dueño Del Dique 

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