Pero es que de todas maneras
ahí tienes a tu editor mándamelo.
Pero es que no puedo, ya pasó
mi instancia, está autorizado por todos, más bien administrativa la que yo
tengo y ahorita ya es impresión es otra cosa. Bueno. Ahí lo pude convencer más
o menos a regañadientes de que era su problema.
Hable con el escritor, que
estaba muy tranquilo, consciente, sabía que nos estaban obligando y se portó
amable, porque hay gente que hay en todos lados de esos acomodados de siempre
que tienen el tío el amigo que les hacen el favor de publicar. Decía un famoso
editor que más del 95% de lo que se publica es por encargo, por compromiso
social, político, económico, familiar, pero me decía es lo que hay, así se
maneja esto las editoriales tienen demasiados compromisos y no siempre con la
pluma.
Me decía el escritor: Contador
si yo puedo ayudar en algo. Pues si manténgase ahí en contacto con el impresor
en la imprenta universitaria.
Platicando en la sala de
firmas en la Facultad de Contaduría y Administración, esperando la hora de dar
clase comenté que necesitaba encontrar a Lupe Rivera Marín, hija de Diego
Rivera. Un profesor de avanzada edad me habló: Maestro, maestro.
Dígame profesor ¿En que le
puedo servir?
¿Quiere ver a Lupe Rivera Marín?
Si, necesito hablar con ella.
Venga, me llevó a una mesa en
que tenía su café con galletas, abrió su agenda y me escribió su teléfono.
Maestro le agradezco mucho.
Me dice: Somos compañeros, yo
también doy clase en la Facultad de Derecho
y acabo de estar con ella hace rato.
No me diga.
Si, ella da su clase hoy y el
viernes también.
Le agradezco.
La semana siguiente le dejé una invitación especial que le mande hacer en la imprenta universitaria, con su nombre impreso a Lupe Rivera Marín donde decía que la Universidad Autónoma Chapingo se vería honrada si ella nos ayudaba a presentar el libro, pero no había libro que presentar. no había libro, no le enviaba nada, no estaba terminado aún. Le dejé el teléfono y fax de Chapingo, también el teléfono de la sala de firmas de la Facultad de Contaduría y Administración, en fin todo lo que se hace en estos casos, al día siguiente me llegó un fax del senado de la mismísima Lupe Rivera Marín diciéndome que me agradecía la invitación y que iba a ver si el tiempo le daba. Hable de inmediato a los teléfonos que allí venían contenidos, esperé, esperé hasta que por fin hable en persona con ella que era el evento un viernes a las seis de la tarde.
El Dueño Del Dique
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