miércoles, 29 de abril de 2015

POEMA DEL MIO CID




Poema de mi señor, que es la traducción del árabe, este es un poema anónimo escrito por un juglar por el año de 1140 de nuestra era. En una España dividida, colonizada por los moros, con cortes de reyes volubles que no tenían personalidad para llevar sus asuntos y evitar injusticias.
Texto de lectura obligada en la secundaria, que nos llenaba de personajes, caballeros peleando, damas en peligro, juglares contando historias, obras de teatro callejeras, representaciones de batallas, duelos por la justicia en el nombre de Dios.
El Cid es un buen peleador que no cuenta con la simpatía de los intrigosos que están cerca del poder, al punto de que el rey Fernando, lo destierra injustamente, muy a su pesar, claro. Pero hace caso de los que están detrás del poder. ¿Que argumentos dieron al rey? No sabemos, solo la resolución de que era desterrado y contaba con nueve días para salir de los dominios del monarca y sin contar con ayuda de nadie porque quien lo socorriera iba también al destierro o a grandes castigos.
El Cid Campeador una vez fuera del territorio del rey Fernando comienza a combatir y a obtener triunfos sonados que llaman la atención de todos y muchos lo buscan para seguirlo y agrandar su ejército, toma para sí Cebolla y Valencia.
Sus hijas son afrentadas por los infantes de Carrión que después de  desposarlas por interés, les hacen violencia y las abandonan a su suerte en un paraje solitario lejos de su familia por no ser de su linaje.
Los infantes de Carrión caen vencidos en los duelos por los que fueron retados por sus maldades. Las hijas del Cid libres de afrenta son casadas con los hijos de los reinos de Navarra y Aragón, en un final feliz.

Tu y yo podemos ver este siglo  a Rodrigo o Ruy Díaz de Vivar correr su caballo Babieca por las praderas de España.

El dueño del dique.
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