jueves, 30 de abril de 2015

EFEMÉRIDE 2

 Un día, como hoy…inició nuestra aventura juntos. 



El dueño del dique.
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miércoles, 29 de abril de 2015

POEMA DEL MIO CID




Poema de mi señor, que es la traducción del árabe, este es un poema anónimo escrito por un juglar por el año de 1140 de nuestra era. En una España dividida, colonizada por los moros, con cortes de reyes volubles que no tenían personalidad para llevar sus asuntos y evitar injusticias.
Texto de lectura obligada en la secundaria, que nos llenaba de personajes, caballeros peleando, damas en peligro, juglares contando historias, obras de teatro callejeras, representaciones de batallas, duelos por la justicia en el nombre de Dios.
El Cid es un buen peleador que no cuenta con la simpatía de los intrigosos que están cerca del poder, al punto de que el rey Fernando, lo destierra injustamente, muy a su pesar, claro. Pero hace caso de los que están detrás del poder. ¿Que argumentos dieron al rey? No sabemos, solo la resolución de que era desterrado y contaba con nueve días para salir de los dominios del monarca y sin contar con ayuda de nadie porque quien lo socorriera iba también al destierro o a grandes castigos.
El Cid Campeador una vez fuera del territorio del rey Fernando comienza a combatir y a obtener triunfos sonados que llaman la atención de todos y muchos lo buscan para seguirlo y agrandar su ejército, toma para sí Cebolla y Valencia.
Sus hijas son afrentadas por los infantes de Carrión que después de  desposarlas por interés, les hacen violencia y las abandonan a su suerte en un paraje solitario lejos de su familia por no ser de su linaje.
Los infantes de Carrión caen vencidos en los duelos por los que fueron retados por sus maldades. Las hijas del Cid libres de afrenta son casadas con los hijos de los reinos de Navarra y Aragón, en un final feliz.

Tu y yo podemos ver este siglo  a Rodrigo o Ruy Díaz de Vivar correr su caballo Babieca por las praderas de España.

El dueño del dique.
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lunes, 20 de abril de 2015

La efeméride de hoy...

 Un día, como hoy… de hace algunos años  toqué por primera vez su mano y sentí una descarga de energía que pensé que moriría.

Perro faldero

Soy un perro faldero y ni falda tengo... Vivo confundido.

sábado, 18 de abril de 2015

El Autógrafo

Es un documento que se escribe de propia mano, los más conocidos son las firmas, ante firmas o garabatos que hacen los artistas, científicos deportistas famosos y que les regalan a sus seguidores.
Hay quien en un autógrafo puede leer las características de la persona, si una letra está recta o inclinada a la derecha o izquierda, si es delgada o gruesa, si da brinquitos o si es regresiva.
Las horas que hemos esperado para que un escritor nos firme un libro, no digamos que nos lo dedique, eso es más personal pero sí que le anote algo como: para tí con cariño, mi lector que esperó pacientemente  tres horas a que iniciara la sesión de firma de autógrafos, en este frío invierno del 2012; o algo así. Ese garabato que es la prueba de que estuvimos cerca de un ser diferente que nos inspira.
Hay personas que se dedican a obtener las firmas de muchos personajes y después se reúnen en casas o tianguis a intercambiarlos por los de otros que les faltan.
La impronta se ha utilizado como manera de autenticar un documento, una operación financiera, un texto, inclusive un cuadro pintado por su autor.
Los indígenas en varias civilizaciones han ocupado en la antigüedad la palma de su mano como firma de los dibujos que han plasmado en cuevas, cavernas profundas o altísimas;  principalmente de grandes cacerías, de triunfos sobre clanes rivales, de la migración de manadas de animales que los sustentaban.
Los jóvenes que se dedican a hacer pintas o grafitis no pueden resistirse a firmar sus  obras, también se inmortalizan con una firma o señal, una marca que los reconozca. Las calles se llenan de letreros, leyendas políticas para que la gente las lea al pasar, o de amor, dedicadas a la mujer renuente a brindarle su atención, y a un lado se deja una marca para ser identificados.
En los baños públicos encontramos sin fin de mensajes, a mayoría firmados por sus autores como  “el gato del taller rojo”, hay quien después de unos versitos recalca “Verónica was here”.
En casa procuramos tener un documento con las palabras o firmas de nuestros seres queridos, la firma de nuestros padres en una boleta de calificaciones, si nos regalan un libro les pedimos que nos dediquen unas palabras de cariño. El retrato de los abuelos, un cuadro, óleo o acuarela, inclusive un sueter.
El autógrafo representa tener cerca de nosotros una porción del tiempo de una persona importante en nuestras vidas, reconocida o no por otros pero que es un recuerdo que conservamos para siempre.

El dueño del dique

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El día que leí un libro de corridito. Elda Maceda


El día que pude leer un libro sin detenerme porque no conociera las letras que entendía fue tan importante que no lo olvido.

 En las primeras páginas, de pronto sentí que caminaba con la caperucita roja en aquel bosque enorme, con árboles que mecían sus ramas con el viento que aullaba de tan fuerte que soplaba.

Yo también, como la niña de la capa roja, sentía un poco de preocupación porque la casa de su abuelita estaba muy lejos y las nubes oscurecían aquel lugar en el que todos sabían, habitaba el animal más temido de la comarca.

El corazón me saltó cuando de pronto apareció el lobo. Aunque yo deseaba decirle a caperucita que no hablara con él, no me escuchó. Yo estaba afuera del libro, si estoy de acuerdo, caminaba con ella por el bosque, pero deseaba poder aconsejarla.

 Y así, con mi preocupación, seguí leyendo y seguí junto a ella cuando el lobo le preguntó que a dónde iba. No hables con él, acuérdate que tu mamá te dijo que no hablaras con desconocidos, decía yo para mis adentros, sabiendo que no tenía caso que seguir hablándole.

Y cuando caperucita llegó a la casa de la abuelita yo ya sabía que en la cama de la ancianita estaba el lobo vestido con las ropas de la señora.

-Abuelita, pero ¡Qué ojos tan grandes tienes! Leía yo con prisa. Quería yo que el lobo no se comiera a caperucita.

-Son para verte mejor. Dijo el lobo disfrazado de abuelita con un tono como de burla.

-Abuelita, pero ¡Que manos tan grandes tienes! Seguía el diálogo entre el animal y la niña.

-¡Son para abrazarte mejor! Y con preocupación seguí leyendo.

-Abuelita pero ¡Qué dientes tan grandes tienes!

- Son para ¡Comerte mejor! No podía creer que caperucita en un dos por tres ya estaba en la panza del lobo. Nadie podía ayudar a caperucita, yo no podía hacerlo, pero sí podía seguir leyendo. Tanto, que luego luego me volvió el alma al cuerpo, cuando supe que el leñador, un hombre bueno, que vivía en los alrededores, acudió a la casa de la abuela de la niña, la salvó, a su abuela también y hasta una fiesta hicieron en el pueblo.

Como te cuento, Caperucita roja fue el primer libro que leí de corridito.

ELDA MACEDA

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Yanga, el príncipe


Hoy poco se habla de Yanga, el príncipe de estirpe africana, hombre de musculatura fuerte, dicen las abuelas, al recordar que hubo una época en la que este personaje huyó de los trabajos forzados, los golpes, las humillaciones y se fue a vivir al monte, desde donde ponía en jaque a los españoles que pretendían hacerlo volver a la plantación de donde había escapado.
Los españoles que poblaron la zona de Orizaba, en el estado de Veracruz, durante un tiempo compraron esclavos africanos, que tenían mejor desempeño que los indígenas locales, así que  propiciaron el secuestro y posterior compra de personas provenientes de aquel continente para tener mano de obra sin paga.
Por el año de 1579 Yanga desembarca junto con otros esclavos en el puerto de Veracruz y es obligado a trabajar en fincas azucareras. Inteligente al extremo, aprende rápidamente el idioma español. Como es sabido, los esclavos eran sometidos a trabajos forzados, malos tratos, escaso alimento y esto hacía que se sucedieran los brotes de inconformidad, al grado de que se llegaron a dar protestas que fueron cruelmente reprimidas.
Es en 1580 cuando se da el levantamiento de esclavos con Yanga como promotor, para escapar de la injusticia que vivían. A los esclavos que huían se les nombraba cimarrones y eran perseguidos para devolvérselos a sus amos, o eran asesinados si ofrecían resistencia y hacían imposible su recaptura. Sabedores de esta realidad los esclavos concebían planes de escape muy complicados que en ocasiones terminaron con un grupo que se perdía en la vasta vegetación del lugar para nunca regresar.
En un principio, Yanga y sus compañeros se alimentaron de conejos, ardillas liebres, tuzas, tejones, víboras e insectos, la fauna local. Con el tiempo se dedicaron a asaltar carruajes de las rutas de México a Veracruz, así como las haciendas cercanas. Poco a poco el grupo se fue asentando en medio del monte, donde tendrían sus cultivos, ganadería y aves de corral.
El líder estableció entre los miembros de su comunidad, las normas básicas de convivencia, lo cual constituyó una organización social ordenada, moderna y productiva.
Las fuerzas realistas derrotaban a Yanga y su grupo, pero nunca lograron una victoria total sobre los rebeldes. Cuando el enemigo lograba hacerles daño, el príncipe africano y los suyos se internaban hasta el corazón de la selva y después se rehacían para enfrentar de nuevo al ejército español. Así, aquel hombre alternaba triunfos, teniendo como aliados los elementos naturales y la orografía, pero por sobre todo, su inteligencia, valor y saberse libres, reconocerse intrínsecamente libres como los ríos, las aves, las fieras con las que habitaron en su patria.
Lleno de años y con marcas de sinfín de batallas, Yanga, el príncipe inteligente, después de treinta años de lucha, busca pactar con la corona para que se les reconozca la propiedad de un territorio, acuerda pagar impuestos de acuerdo a las posibilidades de su comunidad, no aceptar más esclavos fugitivos y apoyar a los españoles si alguien los atacaba. La propuesta no es aceptada, sino después de una violenta batalla en la que los españoles ganaron aunque por los estragos más bien pareció una derrota. Sobre todo, si tenemos en cuenta que no lograron someter a aquellos insurgentes y hubo numerosas bajas de ambos bandos.
Al acuerdo planteado por Yanga en un primer momento se le agregan algunas condiciones de la corona española, como el ingreso de sacerdotes franciscanos para evangelizar a la comunidad, así como la autorización a Yanga y su familia para continuar gobernando esta zona.
Fue en 1630, cerca de la ciudad de Córdoba, Veracruz; que se reconoció oficialmente la existencia del Pueblo Libre de San Lorenzo de los Negros, que fue también el primer pueblo libre de América.
Yanga nos demostró que no importan las injusticias, el infortunio o la desesperación, siempre se puede hacer un vergel para sí mismo y para otros en donde quiera que el destino nos arroje.

El dueño del dique.
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miércoles, 1 de abril de 2015

Manuelita, la de Pehuajó

La tortuga Manuelita que vivía en Pehuajó, es un personaje argentino que hizo las delicias de varias generaciones de niños de las distintas provincias, no solo de la provincia bonaerense de donde es oriunda.

Este personaje hizo cantar a los pequeños en escuelas primarias y jardin de niños del país sudamericano, logrando que se hicieran ejercicios de gimnasia, de estiramiento y maduración motriz, se agachaban, saltaban, movían la cintura, levantaban los brazos, equilibrio en una pierna, la otra, las  manos en la cintura, saltaban hacia adelante, los lados y atrás al momento de interpretar sus canciones. Se la representó en festivales de primavera y obras de teatro con carapacho de diversos colores pero siempre muy coqueta y a la moda.

Viajera internacional, que parece estar destinada a las pasarelas del mundo, se la podía ver en las ciudades más importantes de Europa en un periplo inagotable.

Es de esos personajes que deberían ser conocidos en otras partes del continente pero que la falta de difusión los hace locales a pesar de su calidad y manera sana de enfrentar la vida.
Protagonista de una película animada que compitió por el máximo galardón fílmico, es tan actual como cuando nació hace más de media centuria.

Equivocada al pretender lucir más joven para conquistar a un tortugo que pasó y del que quedó prendada, decide viajar a Francia donde la dejan super bella, finalmente regresa a Pehuajó después de atravesar el Océano Atlántico y pasar por un sin fin de aventuras que la vuelven a arrugar y no estar tan deseable para su posible novio, quien la recibe con gusto porque reconoce que el valor intrínseco de manuelita no reside en su belleza sino en su espíritu emprendedor.

Es un ejemplo de decisión y audacia que se debe tener en la vida buscando el logro de los objetivos personales.
Tiene un monumento a la entrada de su ciudad para que la recuerden todos los viajeros que de una u otra forma en su infancia convivieron con ella y para que la conozcan los turistas que se asoman a tomarse una fotografía con esa top model.

Esta tortuga es una de las pocas que no está en peligro de extinción, las personas  la buscan para divertirse de sus ocurrencias junto con sus hijos  en un ambiente familiar.

La tortuga manuelita nos hace recordar que no es indispensable ser veloces como la liebre para lograr recorrer el mundo sino pausados y muy bien vestidos y acicalados para estar bien presentados en cualquier sitio.

Gilberto Bosques Saldívar

EMBAJADOR DE MÉXICO, UN HOMBRE JUSTO, UN EJEMPLO UNIVERSAL.
Me voy a referir solamente a su estancia en Europa de 1939 a 1944, esos seis años que valen por cien, por mil ya que es en ese período en que este  humilde poblano,  cónsul general  hizo la diferencia para miles de personas de diversas razas y religiones, perseguidos políticos en una época de la Europa convulsionada por el franquismo, nazismo, fascismo y persecuciones diversas.
Cuando pensamos en la cifra cuarenta mil nos parece mucho pero para él esa fue la cantidad de personas a quienes salvó la vida gracias a su determinación, una saga que no tiene igual en la época de la vorágine europea, cuanto talento, familias, investigadores, artistas, vidas futuras libró de la muerte segura, de manera desinteresada.
Como cónsul general, ayuda a los mexicanos en Francia,  pero dándose cuenta de la situación imperante de muerte y persecución, auxilia a otros para que puedan salir de sus países de origen y viajar a México.
El pueblo Judío lo ha nombrado Héroe de la humanidad, un hombre de todos, un hombre justo, hombre de calidad humana, un hombre que da luz a un capítulo oscuro de la humanidad, todo esto comprueba que en Puebla nacen y se hacen ángeles.
Al darse cuenta del peligro que corría la gente y que la situación se volvía irresistible, organizaba jornadas de trabajo extenuantes, frenéticas, que iniciaban a las cinco de la madrugada para nunca terminar y así poder tramitar la mayor cantidad de visas que ayudarían a la salida de refugiados y perseguidos, su humanismo y espíritu de servicio lo lleva a cumplir esta meta personal, no obstante que con él se encontraban, su esposa y tres hijos adolescentes, y sufrían el asedio constante por parte de los aliados al poder.
Si es verdad que  algún día existieron castillos mágicos o encantados, esos fueron obra del embajador Bosques quien rentó un par de castillos en Francia para hospedar, alimentar y dar atención médica a las personas que después de muchísimos trámites saldrían de Europa con visas mexicanas.
Para menguar la tristeza de la gente, organizaba eventos literarios que distraían a todos aquellos que estaban bajo su protección para "levantarles el espíritu a los perseguidos”, decía el poblano; quizás recordando las fogatas que se hacían durante la revolución mexicana donde se entonaban canciones, corridos y servían de distracción a la tropa.
Una vez que México entró en el conflicto mundial, sufre persecución y captura junto con su familia y colaboradores y es confinado ilegalmente  en un hotel- prisión en una población  cercana a Bonn, donde exige no dádivas, ni  preferencias sino el trato justo de las convenciones vigentes para los prisioneros de guerra, personalidad que es respetada por los soldados enemigos que lo custodiaban permanentemente.
Su llegada a la estación de trenes en la ciudad de México, después de obtener la libertad y la de los suyos, fue apoteósica, vitoreado y levantado en hombros por muchos que fueron rescatados por él y su fiel equipo de trabajo de una muerte segura.

Existen personas que se limitan a cumplir un trabajo y se dan por satisfechos, pero existen elegidos que hacen la diferencia para sí mismos y para otros, Gilberto Bosques Saldívar, la luz que iluminó al planeta, un hombre que enfrentó a los tiranos más potentes del mundo y los venció con astucia, audacia, inteligencia y  sobre todo, amor.