viernes, 9 de febrero de 2024

Viernes en Ciudad Universitaria 11

 

Nos pedía llevar nuestro Código Fiscal de la Federación, la edición económica que tenía leyes reglamentos, jurisprudencias, un librito de pasta de plástico azul y en la siguiente clase nos pedía leer un artículo y después nos preguntaba si habíamos entendido y así nos íbamos. Entonces empezamos a buscar libros donde nos enseñaran, a buscar explicaciones, a buscar otros profesores, quien de última hora se pudo cambiar de salón se cambió, pero no todos lo pudimos hacer. Allí me comprometí conmigo mismo a que si en alguna oportunidad yo daba la clase de Código Fiscal iba a ser mejor.

El día de mi primera clase, hicieron mi presentación, leyeron mi currículum a todos los muchachos y empecé a repasar mentalmente, conforme lo hacían, las empresas donde había trabajado, años y años de experiencia que pasan sin apenas percibirlo.

Empezó la clase, me presenté de nuevo y les conté rapidísimo que esa clase la había recibido de uno los mejores profesores de la Facultad y repartí algunos códigos fiscales, previamente había pedido a un chico que fuera por un proyector de filminas o acetatos, la lectora de filminas, yo traía miles de respaldo, entonces hice lo mismo que mi profesor, le entregue un código fiscal a un alumno y le pedí que leyera el artículo primero y después pregunté si habían entendido y me contestaron que no, y le pedí a otro alumno que lo volviera a leer y volví a preguntar y la respuesta fue la misma, entonces reafirmé lo que me habían dicho: pues claro que no entendieron, ya sabía que no, pero no se preocupen, solo quería ver sus caras.

Entonces le dije a la señorita que me estaba ayudando con el proyector de filminas si podía colocar el acetato número 1, y fue un batazo porque todo el mundo entendió el artículo y después seguí con la filmina 1 b y las demás, fluyó el diálogo con los muchachos, una cosa increíble, impresionante, luego se vinieron más artículos y de cada artículo sacaba las filminas que apoyaban el artículo yo daba algún comentario de la vida real que me había pasado a mí cuando era estudiante, o que me había pasado cuando fui con el despacho a resolver una situación, porque un despacho nos asesoraba, o al hacer consultas en las oficinas de Secretaría de Hacienda o en fin, la vida real puesta en la clase.


El Dueño Del Dique

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