Le dije que sí en automático
porque conocía gente muy valiosa que había dado clase antes, que daban clases,
seminarios y cursos en sus propios despachos, en sus propias empresas, que
habían sido compañeros en la Especialidad en Fiscal, le pregunté qué cuántos
necesitaba y me dijo: todos los que puedas.
Empecé a llamar a los más conocidos, le pedía
a mis amigos del despacho Casas a la Triste, que era el más importante en el
país y amigos de despachos súper reconocidos, varios me dijeron que si, algunos
dudaban y les dije que la Universidad los necesita ahorita, la madre, el Alma
Mater nos estaba buscando de urgencia y empezaron a decirme que sí, muchos me
dicen que no de entrada, pero cuando les platiqué la situación tan complicada
que había me dijeron que sí, algunos me preguntaron que si yo podía un curso
por ellos en algún momento se sumarían, les dije que sí, que si podía, que
contaran conmigo (unas por otras ¿no?) Empecé a mandar la gente a Mari Carmen,
pero algunos no se acomodaban con los horarios y me pidió que buscara más, me
aceptó profesionales de empresas con reconocida experiencia, contacté inclusive
a un ex profesor que ya se había retirado que, atendía solamente algunos
asuntos de empresas familiares y le pedí de favor que me acompañara un semestre
solamente y me dijo que sí.
Conseguí pura caballería
pesada, puros conocedores, todos los que podían resolver un problema chico
mediano y grande. Me llamó Mari Carmen y me dijo que tenía completa la planilla
de profesores, me agradeció mucho y me dijo que había conseguido algunas
personas dentro de sus conocidos de cuando había dado clases en otras escuelas.
Ella daba clases en la Facultad de Derecho y quería que algunos de sus
compañeros también estuvieran presentes y está bien porque hay grandes fiscalistas
abogados y grandes fiscalistas contadores y muchos contadores se hacen abogados
también para tener cubrir las dos facetas, pero abogados que se hagan
contadores es más difícil porque la técnica contable es muy complicada y total
que ese viernes terminamos cansados pero contentos porque habíamos completado
la necesidad de la universidad y de qué forma.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS