Era muy bonito estar dándole
vueltas a todo el sur de la ciudad hasta que llegaba a la hora de mi clase, es
extraordinario dar clases, la mía la tenía hecha de mucho tiempo atrás, porque la
primera vez que da uno la clase siempre quedan muchas dudas, yo en mi caso
analicé el temario y sabía dónde podía apretar y dónde podía aflojar el paso y
cumplir en tiempo, pero sabía que tenía que llegar por lo menos una clase antes
del cierre ya todo visto pero como siempre se estorba algo, se pone algo en
duda, tenía todavía la última clase para ajustar y para terminar todo, repasar lo
que pudiera porque tenía ese tiempo.
Recuerdo que la primera clase
que una de las primeras clases que me toca impartir fue Código Fiscal y cuando
a mí me la me la dieron (ya explicaré la circunstancia) por qué era algo ahí
muy bonito que yo quería dar clase en mi Facultad, daba clase en otros lugares
que no eran universitarios eran para chicos que no habían podido ingresar a la
Universidad, también daba curso de contratos, daba cursos varias dependencias y
siempre me quedaba con la con las ganas de dar la clase de Código Fiscal o de
Auditoría Interna, en aquel tiempo Maricarmen Rodríguez, “la güera Rodríguez”
ex compañera, ya no estaba en Auditoría Interna sino que fue Secretario
Administrativo de la Facultad de Contaduría y Administración y un día por la
tarde me llamó de urgencia, me dijo si podía ir y dije claro que sí con mucho
gusto. No vayas a faltar porque te estoy esperando. Sí, sí, sí, claro, le
contesté, seguramente había pensado en mí para una clase.
Tenía que estar a las cinco de
la tarde en la Facultad, arregle todo lo necesario en Chapingo y acudí con mi
amiga, llegué a tiempo, me hizo esperar una hora, se sentía que había mucha
presión y le comenté cuál era la urgencia.
Resulta que los profesores, se
han de acordar algunos, que en aquel tiempo los profesores como ahora, tampoco
ganaban muy bien, no ganaban lo suficiente, nadie podía vivir de dar clases,
ahora tampoco, y me planteó un problema especial, el Tecnológico de Monterrey había hecho una invitación
masiva a la planta de profesores de la Facultad para llevárselos y muchos
habían aceptado, inclusive profesores de tiempo completo habían pedido licencia
para probar suerte en otros lugares y todos estuvieron acomodo en el Tec de
Monterrey y no teníamos profesores para iniciar el semestre. Dentro de mi pensé
que me hablaba para invitarme a dar clases, pero no, me dijo que le consiguiera
profesores porque yo estaba en el medio fiscal y conocía a muchos
especialistas.
El Dueño Del Dique
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