domingo, 28 de marzo de 2021

ASALTO EN MIXCOAC PARTE 11

 

Tere desesperada se iba metiendo debajo de mi entonces lo que hice fue pasar por debajo de mi cuerpo mi brazo izquierdo y en el borde de su falda le metí dos dedos a la altura de la cintura y ahí apreté el puño, el otro la tironeaba para llevársela lejos de nosotros con malas intenciones, ¡déjala! le gritó Pascual, ¡cállate cabrón! le dijo el otro o te doy un balazo y la seguía jalando y no se la podía llevar porque yo la tenía agarrada, el ladrón no se daba cuenta porque ella se metía abajo de mí y yo estaba así como desentendido, volteando la cabeza para otro lado y el mala onda la tironeaba y la Tere haciéndose fuerte, llorando, le decía ¡déjeme!, ¡déjeme! y el otro pues no sabía qué hacer, entonces le hablaron de abajo y se fue, Teresita lloraba y se metía más debajo de mí, sentía su cadera, le dije: Tere falta poco para que se vayan, llevan mucho tiempo acá.

 

Cuando iba saliendo el mala onda le dio una patada a pascual en la cabeza, un rozón, no se la dio bien, todo porque había defendido a Tere, pero pues ni que hacer, trae la pistola, ya se habían bajado los dos y no había nadie vigilándonos, le dije a César, porque César estaba bien dado, muy fuerte, estaba cabrón el Cesar, entonces le dije a César: nosotros somos más cabrón. Me dijo: no, no hagas nada cabrón, no hagas nada, le insistí: tú agarras uno yo agarro otro y Pascual les da por la espalda a los dos y Pascual dijo: no, no hagas nada cabrón, no hay que hacer nada. Si se pone fuerte este asunto si, así le hacemos, si ves que se pasa con Tere así le hacemos. Tu ayudas chaparro, le dijo a un mecánico y este le contestó: no le van a hacer nada, como diciendo que no se iba a meter. Regresó el mala onda, pero ya sólo, no venía con el otro que se había quedado a cargar un camión con todas las llantas y amortiguadores que había en el almacén, uno se quedaba en la parte baja de las escaleras para cuidar a los que estaban amenazados abajo y se daba sus vueltas para ver cómo estaban los de arriba, así que ahora solo subió el degenerado, se le veían las venas acá dilatas como que lo calentó mucho la Teresita y vino por ella, venía dispuesto a violarla, desde que lo vi entrar dije aquí va a haber trompadas, aquí va haber balas, aquí va a haber de todo y se vino directo por la Teresita y la jalo de un brazo y la Tere manoteando, como no pudo la jaló de las greñas, no entendía el otro cabrón cómo es que no sé podía llevar y lo que pasaba es que yo lo estaba agarrando de la falda, pero bien aferrado para que no se la llevara el cabrón, pero pues se veía que de cualquier forma se la iba a llevar, venía con ese fuerte pensamiento, la Tere forcejeaba y lloraba, entonces Pascual gritó: ¡Cesar! como diciendo vamos cabrón porque es ahorita, acabamos el problema con esta pinche vieja y éramos más nosotros a alguno le iban a dar un balazo un trompazo o algo ¿no? pero pues no iban a cometer su crimen contra la Teresita y César dijo: ¡no! y el otro gritó ¡cállense cabrones!, ¡cállese cabrón! y éste y yo pues sí estaba a la de 3 salimos ¿no? yo hacía mucho deporte en aquel tiempo y dije a éste sí lo puedo taclear, porque hice un poquito de americano en la secundaria, estuve entrenando con Cóndores y con Águilas Reales y dije a este si me lo llevo, lo tacleo, la cosa es que no vaya a darle un balazo a alguien ¿no? pero si lo agarro de costado o de frente me lo llevo y luego le damos mayoría entre todos, pero dijo César: ¡no!, y el otro como que se las olía de que ya nos habíamos puesto de acuerdo para fregarlo ¿no? 


 El Dueño Del Dique. 

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