Así fue como logramos
alejarnos, entrabamos con todo, buscábamos el faul y se acabó el partido cuando
les expulsaron al segundo jugador y quedaron con cuatro, habían conseguido no sé
donde un jugador de banca para el partido.
Nos saludamos a la distancia
todos porque no quería estar cerca y me fui a clases.
Cuando terminó el partido me
pude acercar con el chico que platicaba con Martita, allí me hice grato con él:
¿Que te pareció el partido? muy bien, muy bien. ¿Ya me van a contratar en Happy
Days? No hay vacantes ahorita pero ven
el año entrante. Porque era un circulo muy cerrado, se reunían en casa de uno
de ellos los sábados, se iban de excursión juntos, sus papás se conocían y
habían hecho un círculo de amistades muy cercano basado en los hijos, que
incluía a las novias y los hijos menores que aun no estaban en la preparatoria,
se intercambiaban hijos, algunos se quedaban a dormir en la casa de otros, en
fin había muy buen ambiente, o sea era muy unido ese clan, pequeño clan, y me
atreví a preguntarle pues que le platicaba de mi Martita porque estaba muy
interesado en ella.
Me dijo no, nada, nada,
platicábamos del partido. Pues si, si, ¿Le gustó qué anoté de lejos? Dijo que si lavaras tus
zapatos ibas a anotar más canastas, porque están tan sucios que te pesan para
correr. Allí se acabo la amistad mugre
vieja desgraciada, hubiera jugado con Ángeles mejor.
El sábado era de lo mejor,
me despertaba y tiraba la basura, después mi mamá nos preparaba el desayuno y
veíamos el programa del canal 13, desayunando con Jorge Saldaña, que estaba muy
bueno, los sábados eran de lo mejor viendo sopa de letras, folclorama,
nostalgia que buenos tiempos, en la sopa de letras como se aprendía, había
puros especialistas, Arrigo Cohen, Felipe San José, Carlos Laguna, Méndez, y se olía el conocimiento y la sabiduría de
todos los invitados.
El dueño del dique
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