311.- Un día, como hoy… fuimos de excursión a la montaña.
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311.- Un día, como hoy… fuimos de excursión a la montaña.
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310.- Un día, como hoy… me llenaste de besos.
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Cuando estaba trabajando en el resultado de esa
auditoría, que después llamaron “de barrido” porque se pasó la escoba por todas
las áreas, me llegó una invitación para ir a trabajar a Auditoría Interna de la
UNAM, en realidad nunca me había interesado trabajar para el gobierno, trabajar
para la Universidad era cómo trabajar para el gobierno, y eso te cierra siempre
las puertas de lo que yo llamaba el mundo real, el mundo real eran las empresas,
siempre quise ser Contador General, ahora mi vida me llevaba por la auditoría
interna, esperando regresar a auditoría externa, al despacho, que ya había
estado, un trabajo mal pagado, mal comido, mal vestido, mal todo. Se tenía que
estar en un nivel muy alto para poder tener acceso a los mejores salarios, ser
socio o Gerente General, tenías que generar mucho dinero para el socio
principal. Realmente el despacho te abre los ojos, te da conocimientos que no
tienes en otro lugar y te prepara para que cuando llegue el llamado de una
empresa, normalmente de las que se auditan, el despacho te ayude y le ayudes al
despacho a llevar las cuentas, como si fueras una extensión del despacho, ayuda
mucho, ayuda bastante al despacho.
Son mejores sueldos, las mejores condiciones, más si tomas
un empleo en una transnacional o en una de las empresas grandes del grupo, una
molinera o aceitera, entonces sí te convenía de otra manera no.
De muy buena forma me había negado, había ido a dos
entrevistas, me había negado de buena forma para dejar siempre una puerta
abierta, no ser grosero y yo en la última entrevista le comenté que prefería
hacer auditoría en empresas privadas, y no en la Universidad. Me dijeron que no
que íbamos a hacer contraloría no auditoría, es decir íbamos a hacer un nivel
superior de revisión e intervención.
Después supe que la realidad era que la Contraloría de
la Federación quería entrar a revisar las cuentas de la UNAM y esta había
respondido armando un grupo de contralores, (que serían 7, que nunca se
completó) que se situarían en las principales dependencias universitarias que
generaban gastos y le rendirían los informes periódicos. Es lo que se había
podido pactar. Se trataba de tener un grupo que fuera la Contraloría dentro de
la Universidad, interviniendo en las Dependencias generadoras como la Dirección
General de Obras, Dirección General de Proveeduría, Distribuidora de Libros de
la UNAM (Fomento Editorial), Dirección General Tiendas UNAM y otras, o sea las grandes
Dependencias generadores de gasto que tenía la Universidad y ahí me empezó a
interesar el sistema, lo dejamos pendiente de momento, pero comenté que lo iba
a pensar.
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309.- Un día, como hoy… te pude decir todo lo que sentía por ti.
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308.- Un día, como hoy… Sopló el viento, llovió, cayó granizo y nos
amamos.
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Al poco tiempo salieron ya los primeros diagramas de
los cuadros muy atiborrados de información, trajeron los especialistas que los
redujeron y la información adicional se quedó en hojas de trabajo, para los
chicos que llevaron las operaciones cotidianas porque hay en todos lados, de
todos tipos, hay buques, Dependencias muy grandes y muy chicas, exigirles es complicado
porque no tienen personal suficiente. Entendí que en casos como esos teníamos
que hacer algo, había diseñado unos procedimientos en ese sentido, para qué la
comprobación de gastos se hiciera simplificada porque había Dependencias con una
persona y un ayudante para una carga administrativa muy grande, propuse una
alternativa para esos casos, pero no me lo aceptaron, estaba muy avanzado el
trabajo como para hacer variaciones, de todas formas, la mandé entre la
información que se recogía en cada sesión de trabajo.
Me llamaron para ver los cuadros terminados, pero me
llamaron con gente de un nivel mucho mayor, realmente mi opinión pues no, no la
tomaron en consideración porque no me dejaron casi ni hablar o recomendar algo,
ellos si tenían la forma de hacerlo y yo te dije que sí, que sí sentía que los
procedimientos estaban bien desarrollados.
Los diagramas estaban en hojas del tamaño de la mesa
del restaurante, estaban primero los procedimientos genéricos, luego los
procedimientos más específicos y hasta llegar a los procedimientos de cada
generadora de trabajo administrativo, con marcadores de colores les iban
añadiendo comentarios al margen.
Ese fue uno de los primeros trabajos que hice como
asesor para la Universidad, realmente puse todo mi interés, pero no me llamaba
mucho la atención. Casi enseguida me dieron las gracias y ahí terminó la
primera participación que hice con Auditoría y otras áreas de la Universidad.
Pasó el tiempo y estaba trabajando en Chrysler todavía,
en una Agencia de Autos Nuevos, Usados y Taller de Servicios y Refacciones, en
fin, todo lo que conlleva una Agencia de Autos y me tocó descubrir un fraude
muy grande, tanto que despidieron y les hicieron proceso judicial al Director
General de la empresa, a los Directores de Refacciones, Servicio, Autos Usados,
Informática y posteriormente al Director de Recursos Humanos y en algunos casos
a los subdirectores y mandos medios, en fin, los más posibles en los que había
por lo menos sospecha.
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307.- Un día, como hoy… nos
desvelamos escuchando historias familiares.
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306.- Un día, como hoy… dije
abracadabra y apareciste tú.
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305.- Un día, como hoy… dejé
mi casa para estudiar en la universidad.
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304.- Un día, como hoy… te
anoté en el diario de mi corazón.
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En la Preparatoria 2 “Erasmo Castellanos Quinto”
cuando era estudiante, jugaba basquetbol, siempre fui poste izquierdo y en
algún partido me fui de ala, al ataque, porque pensaba que era más fácil anotar
si empezaba más arriba las jugadas y no se daban los resultados, estábamos en
una eliminatoria y entonces Lechuga, que era el capitán, después de fallar un
ataque me preguntó: ¿quieres ganar? Sí, le contesté en obvio, pues claro que uno
quiere ganar. Regrésate al poste, me dijo, a tu posición, y me fui a la
posición inicial, si con esto ganó me regreso, y el Torito, que me había cedido
su lugar; se fue a mi posición y los empezamos a masacrar, anotábamos de todas
partes y paramos su ofensiva en el segundo le dimos vuelta al marcador. Hay que
adaptarse a cada equipo de trabajo y dar lo mejor a cada equipo, preguntarse ¿dónde
puedo ser más útil? Así me pasaba en este grupo de trabajo.
Siguieron las entrevistas, todo el viernes, parte del sábado,
se fueron espaciando de repente los sábados por la tarde o un domingo me necesitaron
para hacer el resumen.
Pudimos compartir ideas con los demás integrantes
siempre había un supervisor que recogía las notas trabajo y había un
coordinador que llevaba todo el material.
Un domingo nos citaron a los que participábamos en ese
análisis, a mí por separado me dijeron: mira aquí tenemos los resúmenes qué han
hecho tú y otras personas, hay dudas que tenemos porque varían los datos entre Dependencias.
Porque se habían tomado distintas Dependencias para hacer seguimiento se supone
que todos tienen que hacer lo mismo, pero no.
Entonces me tocó analizar procedimientos con un encargado,
un chico que se llamaba Agustín, me parece, revisamos cada actividad, teníamos
un sistema simple que era el OTIDA algo muy sencillo que todos entendíamos y se
puede transportar a otro sistema con relativa facilidad.
Trabajamos todo el sábado en la tarde el domingo en
algunos restaurantes en ocasiones entre semana estábamos después de la hora de
la salida ahí hacíamos un par de horas más y en ese tiempo yo le pedía llevarme
información a mi casa para poder avanzar un poco más. Pero no, no nos dejaban, no
tenían confianza, inclusive los papeles, que desechábamos las recogían. El sistema estaba muy avanzado no sé cómo se
puede hacer mal uso de esa información, pero si los entendía cuando se hace un proyecto
el encargado trata de defenderlo hasta el final, que le vaya muy bien y que no
tenga fugas, estuvo bien.
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303.- Un día, como hoy…
llevamos a los niños a cabalgar en poni.
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302.- Un día, como hoy… llegó
un angelito para estar conmigo.
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301.- Un día, como hoy… seguí
tus pisadas sobre la arena.
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300.- Un día, como hoy… inicié
la guardería.
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298.- Un día, como hoy…
aprendí algunas palabras del idioma de las señas.
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297.- Un día, como hoy… trepamos en los
árboles con los niños.
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296.- Un día, como hoy… Un barco
te trajo a mi lado.
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