jueves, 17 de junio de 2021

CAPILLA DE CHAPINGO PINTADA POR DIEGO RIVERA, EL LIBRO. XI

 

Lo despedí fríamente y enseguida lo acompañó un policía para sacarlo de la planta lechera hasta donde él pudiera tomar un transporte público.

Grite: ¡¿Quien sigue?! Ya cuando vieron salir al primero, cargando una cajita con sus pertenecías, cabizbajo y con problemas y si cañón fuerte el asunto, los demás enmudecieron, se entristecieron de fea manera.

Llegaron los demás, querían hacer grupitos, cosa que yo impedí ¿Por qué? Porque se hacen fuertes así que los dividí en varios salones y ya con algunos policías por allí entendían que la cosa estaba complicada.

Siguió otro que decía que su patrón lo había mandado y que tenía que dejar otros productos y como esa muchas que ya me sé y le dije: No, vaya usted, rente un vehículo, pero este lo deja aquí. Me lo está robando. No. El que se está robando la leche es  usted. Yo no, mi patrón, sí, pero usted es cómplice para las autoridades, de aquí no se va a retirar.

Me llamó otra persona: Contador, si me hace favor, me tengo que retirar.

¿Usted es el dueño del vehículo?

Si.

Con usted quiero hablar. Para esto había pedido que los vehículos  fueran acomodados de manera que pudiéramos hacer una revisión rápida para encontrar leche allí, y se vio enseguida que la leche allí estaba. Empezé a traer más abogados, más personal, porque había gente queriendo entrar, reforzamos la vigilancia en la única entrada que había. Ya para medio día empezaron a llegar abogados de esos que resuelven cualquier problema y la verdad la cosa estaba muy complicada.

Todos querían irse por el lado de que estábamos secuestrándoles los vehículos y al personal y yo les dije que no que podían irse cuando quisieran pero que las autoridades los retenían a solicitud mía por el robo de la leche.

Hubo uno que me dijo pero si no han salido de tus instalaciones, ¿Cual robo?

Sí, pero aquí todo se vende con contrato, ¿En dónde está tu contrato? Que contrato tienes, ¿Porque estas entrando a una propiedad privada? No puedes entrar.

No, es que por error entró.

No, si tengo vigilantes, todos entran por la entrada principal y vienen por la leche, allí tengo a los vigilantes ya declarados.

¿Si? Es su palabra contra la de mi defendido.


El Dueño Del Dique

DERECHOS RESERVADOS