108.- Un día, como hoy…compartimos los audífonos del teléfono para escuchar música.
El Dueño Del Dique
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108.- Un día, como hoy…compartimos los audífonos del teléfono para escuchar música.
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Como gravísimo, yo no tengo
problemas, estoy a toda madre, cumplo mis objetivos, hago de todo.
DEL LIBRO DE LA CAPILLA DE
DIEGO RIVERA
No, me refiero al libro de la
capilla de Diego Rivera.
No, si lo mandé, está en
impresión, lo está viendo el editor de la imprenta universitaria, lo solté en
el momento, no, no, no, para que me quedo con algo que no puedo modificar.
Intenté por todos los medios
evitar la impresión de ese texto, pero todos los formatos necesarios para
autorizar la impresión estaban firmados ahí fue cuando ya no me pude hacerme
para ningún lado. Quise meterle la mano para revisarlo y empezar a atrasarlo
hasta comprobar que tuviera la calidad mínima que pedía tuvieran los nuevos
libros a imprimir en la nueva época que estaba haciendo en la editorial de la
universidad, para hacerle revisión editorial y no me dejaron, así que me sentí
utilizado, pero donde manda capitán ya no importa lo que yo quiera hacer y así
lo entendí.
Si ya sé que está allá pero
ahora tienes otro problema, me dijo empezando a enfadarse.
¿Cual?
Tienes que hacer una presentación.
¿Cómo que tengo que hacer una
presentación? Si yo no hago presentaciones, yo nada mas autorizo o no y ya está
autorizado no puedo hacer nada mas, está fuera de mi órbita.
Pues no.
¿Cómo qué no?
Pues no contador, ahora se
trata de que tienes que presentar el libro.
¡Ujala! bueno pues puedo hacer
un convenio, con la casa del libro de otra Universidad que esta allá en la colonia Roma.
No, no quiero nada de otra
universidad y quiero que se presente aquí en Chapingo.
¡Ujala! pero va a salir más caro.
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107.- Un día, como hoy… me pidió matrimonio y me dejó muda.
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106.- Un día, como hoy…regresamos del hospital y me ayudaste a subir las escaleras.
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Oiga contador, pero si nos
podemos llevar un litro de leche a la casa ¿No?
No, no se puede, si quieres
que te vendan leche allá abajo esta una tienda y te la venden, aquí no es
tienda, aquí no hay nada, aquí nada mas hay trabajo. No se permite entrar más que
lo que traen puesto y su comida, algo más de eso hay problemas, la venta de
leche y de los productos que hay aquí a terceros, trae problemas, yo digo quien
está recibiendo que cosa, todo está marcado todo está controlado, no es como si
tu vendes tu bata en la gasolinería, allí no saben quien la vendió, pero en
este caso yo si sabría. A quien se le asigno y quien lo vendió.
¿Ese es mucho control verdad?
Si a eso me dedico a poner
controles. Entonces no hay como venir y
hacer tu trabajo de la mejor manera, algo no sepa pregunto y ya. Algo que me
falte lo pido y ya, hay que hacer las cosas lógicas. Bueno pues así es esto.
A partir de esa fecha
recuperamos esa cantidad de leche que estábamos perdiendo por robos y otros
detalles, ¿Qué le parece ingeniero? El suero para yakult si lo vendo, es un
esquilmo, que no se estaba vendiendo. Los encargados dijeron que lo tiraban al
desagüe. Y eso me dijeron a partir de mañana entonces lo vamos a tirar al
desagüe y les dije que no porque eso era propiedad federal, y se te va a decir
lo que hagas con la propiedad federal, tenemos un rendimiento de queso, de
leche y cuanto se hace de suero, lo voy a vender, si lo tiras entonces estas
tirando producto, dinero a la cañería y te hago un cargo.
Muchas personas quedaron molestas.
Que malo. Muchas personas preguntaban que se podía hacer, que bueno ¿Verdad?
Entonces pude reorganizar esa parte y sobre todo con gente nueva, que no
estuviera maleada, no espantados, pero sí que tuvieran conocimiento de lo que
puede ocurrir en caso de un ilícito.
Con razón me había pedido tu
renuncia el rector, me dijo el ingeniero Ta sonriendo… ¡Huy! allí me dejó frío,
¿Como mi renuncia, que no éramos amigos o qué?
Si, tu renuncia; tuve que decir
que iba a estudiar tu situación, es que estaban haciendo mucho ruido tus
adversarios, que bueno que me platicas esto, porque al rato hay consejo
universitario, no te vayas a ir por si te necesito.
No señor aquí voy a estar.
Pero contador yo no te mandé traer para que me digas tus problemas, tus proezas y tus hazañas para que te aplauda cabrón. Te mande traer porque tenemos un problema gravísimo.
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105.- Un día, como hoy…el sonido de tu guitarra enamoró a la ciudad.
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104.- Un día, como hoy…las flores eran más brillantes por tu cumpleaños.
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103.- Un día, como hoy…desayunamos panqueques con dulce de leche.
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102.- Un día, como hoy…pintamos la recámara, esperando la llegada del bebé.
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101.- Un día, como hoy…me declaraste tu amor y te acepté.
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¿De dos vigilantes? Pues es lo
que tiene que dirimir el juez y no yo, y ese vehículo va pues es motivo de un
robo.
¿De qué robo? Pues de materiales, de leche. De productos, está
muy complicado porque inclusive tienes
desinfectantes, de Chapingo.
Esos desinfectantes se venden
en cualquier lugar.
A no, si, la venta si se hace
de esa manera, pero, a todos los desinfectantes les ponemos un numero de
verificación de Chapingo, como a los libros de la biblioteca se les pone un
numero de verificación así también le ponemos un numero. ¿Qué te parece? Y aquí
tengo mi libro de códigos de claves de ese trabajo.
Cuando se vio acorralado el
abogado dijo: En todo caso sería un robo menor.
Bueno, yo no puedo calificar
eso, en todo caso lo haría un juez después de pasar por el ministerio publico que es lo que estamos
haciendo ahorita, los estoy tomando infraganti.
Y hubo quien me dijera a ver
contador vamos a arreglarlo ¿Cuantos
litros de leche son?
¡Huy! son dos bidones es un chorro
de leche.
Este, ¿A como me deja la
leche?
No, La leche tiene un precio.
Ok. Se la pago al doble.
Oiga que buena oferta, pero
ese tipo tiene años así.
No, pero como años contador.
Si, así fue, firmaron, cobré
lo más que pude. De lo perdido lo que aparezca y allí quedó. A partir de la
fecha cambie los vaqueros, les abrí juicio a todos, se acordó con el sindicato
cambiarlos de lugar, cosa que a mí me agradó mucho porque tenían un genio,
señores ya grandes con problemas, algunos pidieron su jubilación, ya tenían
derecho, en fin una jornada completa.
Bueno a partir de la fecha me desaparecí unos días de mi oficina y de la planta lechera. Les dije a los nuevos vaqueros: Señores están ustedes llegando aquí, son jóvenes, su primer trabajo y la gente les va a decir que hay negocios aquí y que razonablemente hay que tomar un riesgo. Pero ¿Que creen? No, aquí no hay razonablemente, aquí hay que entrar derechitos y salir derechitos, aquí se calcula el rendimiento por vaca, el rendimiento por día, el rendimiento por vaquero, el rendimiento por línea de trabajo, en fin, el rendimiento de todo.
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100.- Un día, como hoy…después de la lluvia salió el arcoíris y pedimos un deseo.
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99- Un día, como hoy…regresamos de vacaciones, nos trajimos el sol puesto.
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Lo despedí fríamente y
enseguida lo acompañó un policía para sacarlo de la planta lechera hasta donde
él pudiera tomar un transporte público.
Grite: ¡¿Quien sigue?! Ya
cuando vieron salir al primero, cargando una cajita con sus pertenecías,
cabizbajo y con problemas y si cañón fuerte el asunto, los demás enmudecieron,
se entristecieron de fea manera.
Llegaron los demás, querían
hacer grupitos, cosa que yo impedí ¿Por qué? Porque se hacen fuertes así que
los dividí en varios salones y ya con algunos policías por allí entendían que
la cosa estaba complicada.
Siguió otro que decía que su
patrón lo había mandado y que tenía que dejar otros productos y como esa muchas
que ya me sé y le dije: No, vaya usted, rente un vehículo, pero este lo deja
aquí. Me lo está robando. No. El que se está robando la leche es usted. Yo no, mi patrón, sí, pero usted es cómplice
para las autoridades, de aquí no se va a retirar.
Me llamó otra persona:
Contador, si me hace favor, me tengo que retirar.
¿Usted es el dueño del vehículo?
Si.
Con usted quiero hablar. Para
esto había pedido que los vehículos
fueran acomodados de manera que pudiéramos hacer una revisión rápida
para encontrar leche allí, y se vio enseguida que la leche allí estaba. Empezé
a traer más abogados, más personal, porque había gente queriendo entrar,
reforzamos la vigilancia en la única entrada que había. Ya para medio día
empezaron a llegar abogados de esos que resuelven cualquier problema y la
verdad la cosa estaba muy complicada.
Todos querían irse por el lado
de que estábamos secuestrándoles los vehículos y al personal y yo les dije que
no que podían irse cuando quisieran pero que las autoridades los retenían a
solicitud mía por el robo de la leche.
Hubo uno que me dijo pero si
no han salido de tus instalaciones, ¿Cual robo?
Sí, pero aquí todo se vende
con contrato, ¿En dónde está tu contrato? Que contrato tienes, ¿Porque estas
entrando a una propiedad privada? No puedes entrar.
No, es que por error entró.
No, si tengo vigilantes, todos
entran por la entrada principal y vienen por la leche, allí tengo a los
vigilantes ya declarados.
¿Si? Es su palabra contra la de mi defendido.
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98.- Un día, como hoy… nos encontramos de frente en la avenida, eres un personaje inolvidable.
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97.- Un día, como hoy…los enamorados se pasearon bajo el árbol de mi casa y me acordé de cuando éramos novios.
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Dígame la fecha.
No pues como seis meses.
Bueno y el policía y el
abogado pues tomando nota de todo lo que había, de lo que se estaba diciendo y
uno me dijo: me falta el precio. No te preocupes, a ver esta el precio del
litro de leche, yo te voy a decir, desde hace 6 meses, yo te voy a decir ponle
el mismo precio de hoy, ahí se multiplicó y dio una barbaridad.
Entonces le dije está muy
bien, fírmame aquí por favor que me debes esta cantidad de leche.
No si yo ya la pagué.
Es que da la casualidad el que
cobra soy yo, el de las facturas soy yo y a mí no me has pagado nada. Es una cuestión
unilateral, se quejaba el tipo. Si me firmas, tu identificación me la prestas ¿No? Se queda aquí conmigo,
también se queda tu licencia de manejo, te vas a poder ir. Y a esas horas pues
estaba la situación ruda porque estábamos tomando fotos, los testigos firmando,
faltaba nada mas su firma. Firmó, tuvo que firmar.
Me dijo bien contador yo
también tengo abogados.
No se requieren porque aquí nada mas hay que pagar, no hay más
que hacer.
Le habíamos metido un faul, porque en el
documento decía que nos dejaba la camioneta a cuenta del pago y que entregaría
los documentos de propiedad en el juzgado y que la diferencia la iba a abonar
en un término no mayor de 3 días. Firmamos todos y entonces me dice: Bueno
contador regréseme mis llaves.
¿Cuáles llaves?
Pues las de mi camioneta.
¿Cuál es su camioneta?
Esa que está allí.
No, si usted se comprometió a dejarme la camioneta en prenda y a traerme los documentos hoy mismo por la tarde si no sería eso un fraude. O traerme los comprobantes de venta y ya es tarde, ya está, me deja usted la camioneta en prenda con todo lo que en ella hay, aquí están los señores policías para cerrarla, no hay nada allí que sea suyo y le recomiendo que me traiga los documentos ya y si quiere venir con su abogado hágalo ya porque este es un problema grave.
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96.- Un día, como hoy…supe que no todas las rosas son rojas pero que todas son para ti.
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95.- Un día, como hoy…fue la boda de mi primo, el menor de todos.
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94.- Un día, como hoy… nos lanzamos por la tirolesa sobre el río.
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93.- Un día, como hoy… el abuelo cantó en el coro de la iglesia.
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¿Pero como que los policías?
Claro, porque son ellos los
que van a hacer la investigación de su camioneta, yo no puedo, yo no soy
autoridad pero ellos si son y los estoy trayendo porque pienso que usted en su
camioneta no lleva jugo o suero de queso, no, porque el queso se hace más
tarde, la leche primero se tiene que pasteurizar, en fin, entonces usted no
puede llevar suero. ¿Qué puede entonces usted llevar? Pues leche.
¿Porque piensa que estoy
cargando leche?
Porque las ruedas de su
camioneta están bajas, llevan carga, por eso y ahorita vamos a abrir su
camioneta, yo no, porque yo no soy nada, la incauto nada mas, las
autoridades la incautan, me están
apoyando. Y en eso se escucha una voz: Contador ya están aquí los policías ¿Que
a quien hay que cargar? No, no, no, todavía no, primero que hagan ellos la
inspección de la camioneta, si el señor permite que se haga aquí la inspección
de la camioneta se hace aquí, si no, se asegura y se lleva ante el ministerio
público. Ya para esto la situación estaba, muy tremenda, todo el mundo muy
nervioso. Contador aquí esta otro señor que se quiere ir también. Si como no,
que me espere un minuto.
Ya llegamos al final del
camino le decía a la persona, quiere usted abrir la camioneta y la revisamos o
que las autoridades lo hagan ellas. Y uno de los policías le dijo: Mire ahorita
todavía no intervenimos nosotros y puede llegar a un acuerdo, pero si yo
intervengo no, me tengo que ir directamente al ministerio publico. Y siempre
que alguien te diga que hay un acuerdo pues te ayuda mucho.
Después de pensarlo me dijo a
ver contador dígame ¿A qué acuerdo podemos llegar?
Primero déjeme ver la carga
que lleva y cuando abrimos llevaba dos bidones pero de los grandes con un
chorrísimo de leche. ¿Esa leche quien se la da?
No pues que aquí.
¿Y con quien es el arreglo?
No pues que con Fulanito de Tal,
un ingeniero de aquí.
¿De dónde es?
Pues de tal asignación.
Ok. ¿Hace cuanto tiempo que lo
está usted haciendo?
Hace poco tiempo.
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92.- Un día, como hoy…después de muchos años, salimos de vacaciones al mar.
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91.- Un día, como hoy… nos subimos a la copa de un árbol para estar a solas.
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113.- Un día, como hoy… mi hijo fue a su primer día de clases. Que emoción.
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90.- Un día, como hoy…tus ojos me vieron por primera vez, me iluminaste la vida.
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La camioneta roja, contestó
con coraje.
¿Qué placas tiene?
¿Y para que quiere saber mis
placas? Allí fue cuando empezó a fruncírsele todo.
¿Cuál es su nombre?
¿Y para que quiere saber mi
nombre?
Porque necesito anotarlo en el
acta.
No, pero si es ilegal, si yo
vine aquí de manera pacífica, si siempre vengo.
Por eso ¿Y a que viene?
No porque a mí me venden el
suero del queso.
A ok ¿Se lo venden en bidones?
Si, allí traigo mis bidones
para eso, nunca me he llevado un bidón de Chapingo.
¡Ah! muy bien le dije. A ver ¿A como está? ¿A qué precio está? Y allí empecé a sacarle
toda la sopa (o sea toda la información), y después le dije: Que recibo o
factura le dan por lo que usted paga y allí
fue donde se quebró todo el asunto, me dijo: Este, no contador, a mí este, me anotan los litros en un registro
de Chapingo y ya después se contabiliza y se paga, pero no, no traigo dinero en la
mañana.
¡Ah! ¿Y que le dan miedo los ladrones? ¿O qué?
No, yo nada mas vengo recibo y
me voy.
¡Ah! o sea que usted tiene un
patrón.
No, yo soy el patrón.
¡Ah! Bueno, a muy bien, firme
aquí por favor de lo que me ha dicho. ¿Y porque voy a firmar?
Porque si no, no va a salir de
aquí su camioneta, usted está en mi casa, usted está ingresando de manera ilegal
y me tiene que firmar aquí.
¿Es usted policía?
No, los policías están aquí en la entrada y allí fue donde se le cayeron los destos, donde se le hicieron de yoyo los destos.
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89.- Un día, como hoy…llovió, granizó, se inundó la ciudad, pero tú y yo seguimos juntos.
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88.- Un día, como hoy…se me descompuso el auto y me prestaste el tuyo.
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Le pregunto que la gente que
estaba allí, que quien los había dejado pasar, que quien los había citado. Que
no, que el ingeniero Fulanito de Tal y que ¿Como le dio la orden el ingeniero?
Que fue una instrucción verbal.
Oye pero si ¿Y el oficio?
No, fue una instrucción verbal
¡Ujala! pero que su ayudante y su otro ayudante habían escuchado, a ver
vénganse los otros ayudantes no, que sí, que vino el ingeniero Fulanito de Tal
y dijo que así y asado. Perfecto.
En eso estábamos bien entrados
en el acta cuando me habla uno de los panaderos que estaban cuidando la puerta,
precisamente el que pesaba 120 kg. Y me dice: Contador allí está un señor que
quiere salir y que no lo dejamos y dice que quiere hablar con usted, que le
urge.
Pues dile que si que pase.
¿Cómo le va?
Bien
¿Usted es el contador? ¿El que
está bloqueando mi camioneta?
Le digo: No.
¿No es usted?
No, yo soy el contador que
administra la planta lechera y campo de Chapingo y que estoy velando por los intereses
de la Universidad contra los ilícitos de la
gente que está aquí reunida en esta planta lechera, yo soy, ¿En qué le puedo
servir?
Es que me tengo que retirar
con mi propiedad privada que tengo y me está reteniendo aquí.
¡Ah! muy bien cuál es su
unidad, yo le doy el paso, como no, nuncamente, como cree que yo voy a estar
incumpliendo las leyes, el libre tránsito, nada mas yo le digo una cosa usted
está en propiedad privada.
Si es cierto es su propiedad,
me contestó. Pero usted está infringiendo una norma, está reteniendo
ilegalmente mi propiedad.
Es correcto, pero yo no le he dado ningún
permiso, para entrar a esta propiedad privada, de hecho nunca se dan permisos
para entrar aquí, por eso estamos determinando en esta acta si está usted aquí
de manera ilegal o no.
Qué bueno que está en esta oficina legal para aclararlo. ¿Cuál es su unidad?
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87.-Un día, como hoy…mi abuela se perdió en la ciudad y tú la recuperaste.
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DEL MANEJO DE LA PLANTA
LECHERA
El primer día si fue un buen
agarrón el que nos dimos, ahí me llevé a los panaderos de Chapingo hay unos muy
grandes uno pesa 120 kg otro 110, y me escuchaba Ta con los ojos abiertos como
no dando crédito a lo que estaba escuchando.
¿Y qué pasó?
Pues antes de las 7 de la
mañana ya habían entrado muchas camionetas allá y llegamos con los panaderos y
la camioneta de la panadería y la mía cerramos la tranquera con cadenas y
candados nuevos y atravesamos la camioneta de la panadería a manera de que
nadie pudiera entrar ni salir y le dijimos al vigilante: No te vayas a mover de
aquí, vigila que nadie salga porque te pueden levantar un acta y solo dijo: Si
señor, sí señor, como presintiendo que algo grande iba a pasar. Llegamos
nosotros a la playa de la planta lechera y cerramos la segunda tranquera donde está la planta lechera y allí fue donde yo atravesé
mi camioneta y bajé a los panaderos y los abogados, era un gentío de gente y
allí empezamos: A ver ¿Quien está al mando?
Pues el señor Manuel.
¡Ah! pues que venga.
Y allí salió Manuel muy
gentil: ¿Como está contador?
Pues bien ¿Y tú qué tal?
Pues bien, bien, aquí
trabajando temprano.
Sí, eso veo que trabajas desde
temprano, ¿y estos señores que están haciendo aquí?
No, no este, es que ellos
compran el suero de la leche para hacer yakult.
¡Ah! mira y que mas, que mas,
cuéntame. Y entonces para esto yo había habilitado un espacio con una
computadora y una impresora y ahí los tenía cubiertos con una manta y una lona. ¡Ah! muy bien ¿Y luego?
¿Ya hiciste el queso?
No pues no, apenas estamos
terminando la ordeña.
Entonces le pedí que me
acompañara: Vengase para acá a esta oficina improvisada. Empezaron los abogados
a hacer el acta que decía: En Chapingo Texcoco Estado de México y así empezaba
¿No? Siendo las siete de la mañana comparecen el señor menganito y el señor fulanito
y todos los que estábamos ahí y a Manuel le empezaban a crujir las corvas ¿No?
Porque si ya veía que era algo que estaba bien instrumentado y veían a los panaderos y nadie quería salir y
empezó a declarar aquel todo lo que
sabía que eran las tales horas, que se llamaba así, que habían entrado tantas
vacas a ordeña.
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