ASALTO EN MIXCOAC PARTE 4
Y ahora me volvía a negrear porque
ocupaba tiempo de mi vida particular en trasladarme a la empresa y todo esto entonces
bueno ahí no pagaba tiempo extra, no pagaba nada y siempre andaba con la cosa
de pensar de que pudiera salirme a perder el tiempo, no llegar o sea alambrear,
digamos uno hace como que hace ¿no? pero
pues mi trabajo ahí estaba hecho las cédulas llenas y siempre había mucho
trabajo sino para que me contrataban ¿no?
Siempre había mucho trabajo que hacer un viernes y ese no fue la excepción estaba haciendo en esa ocasión un trabajo especial sobre herramientas y sobre órdenes de garantía de autos nuevos, calculo de horas trabajadas, de muchas cosas y me llamo de última hora: Ascar, ¿le molestaría a usted ir a hacer los arqueros de Ceresa y revisión de dos cuentas que necesito que haga? yo le contesté que si iba, no se preocupe, lo que me diga, me extrañó mucho que me dijera, que se preocupara tanto por mi opinión porque si quería que fuera a tal lugar yo tenía que ir, era mi jefe y está bien, como se dice no pasa nada. Tomé mis cosas y me fui, obviamente al salir de improvisto tenía que cancelar con las personas que nos íbamos a reunir a comer, mucho más allá de mirar lo de la comida me fregó bien ¿no? porque me tomába tiempo para trasladarme y para comer, no llegaría a tiempo a Ceresa, por suerte había llevado comida porque nos íbamos a reunir varios encargados para ver lo relativo a un manual de operaciones que queríamos presentar a la dirección, así que me fui comiendo muy despacio, me iba comiendo mi comidita bien rico y llegué a Ceresa.
El Dueño Del Dique
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