Pero como era lo normal
entre nosotros subirnos a atacar, le decía a Lechuga mira subes una vez tu y
otra vez yo y así los mantenemos ocupados pero no pases de media cancha ni yo
lo voy a hacer para que queden tres contra cuatro como máximo, si no va a estar
muy difícil, sale. Y así estábamos jugando. Ese equipo no se debería haber
llamado Ángeles sino Resistencia porque había que resistir todos los partidos,
cinco, siete minutos con un jugador menos.
Algunas veces el Cid que era
el árbitro, que ya platicaré después de él, nos pasaba una que otra falta
porque nos íbamos a quedar con tres y ahí si nos iban a masacrar nada más se me quedaba viendo de que se daba
cuenta de las faltas cometidas y volteaba para otro lado para que hubiera
partido y entre nosotros nos calmábamos: tranquilos, no metas faules, cámbiate
de banda. Y así transcurría nuestra vida.
Sin embargo con happy birthday
había jugadores y había banca, o sea el equipo completo y banca aparte que
barbaridad, allí podías pedir tu cambio o te cambiaba el coordinador que era el
capitán del equipo. Perdimos un par de
juegos por torpes pero después empezamos a ganar, Happy Days se burlaba de los
jugadores de Happy Birthday porque pues si le echábamos ganas, pero no, ellos eran
superiores, procurábamos jugar cada vez que podíamos entre los dos equipos para entrenar. Nos ganaban por cinco, siete y
hasta diez canastas, no puntos, canastas de diferencia y eso nos servía mucho
porque agarrábamos nivel, los conocíamos y sabíamos cuáles eran sus puntos
flacos y celebrábamos como un triunfo cuando perdíamos por cinco o menos
canastas, nadie entendía, nosotros sí, eran un trabuco, ya quererlos enfrentar
era como ser masoquistas pero allí íbamos avanzando, mejorábamos con el roce.
Un dilema que tuve fue
cuando se programó un encuentro entre Ángeles y Happy Birthday. Ángeles
andábamos a media tabla rondando abajo y Happy Birthday estábamos escalando
entre los primeros cinco, seis y eso nos daba posibilidades de entrar a las
finales y allí cualquier cosa podía pasar.
El dueño del dique
DERECHOS RESERVADOS