547.- Un día, como hoy… te
escribí una canción.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
547.- Un día, como hoy… te
escribí una canción.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
546.- Un día, como hoy… fregamos la loza de la abuela.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
545.- Un día, como hoy… vacunamos
a mi sobrina.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
544.- Un día, como hoy… nos
hicimos novios.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
543.- Un día, como hoy…
extrajiste mi amargura.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
542.- Un día, como hoy…te
explique lo que siento por ti.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
541.- Un día, como hoy…pasé el examen.
DERECHOS RESERVADOS
540.- Un día, como hoy…quedamos
embarazados.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
539.- Un día, como hoy…
despedimos a la soledad.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
538.- Un día, como hoy…
disfrazamos a nuestro nieto.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
537.- Un día, como hoy… mi
corazón se desbocó por ti.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
536.- Un día, como hoy…
desafiamos el destino.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
535.- Un día, como hoy…compilamos
amor.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
534.- Un día, como hoy…compartimos
el almuerzo.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
533.- Un día, como hoy…colonizaste
mi vida.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
532.- Un día, como hoy…
colgamos nuestra foto en la sala.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
531.- Un día, como hoy… mi
corazón clamó por ti.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
530.- Un día, como hoy…
cantamos villancicos.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
529.- Un día, como hoy… nos
tiramos por el tobogán.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
528.- Un día, como hoy…
hicimos un rompecabezas.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
527.- Un día, como hoy…
armamos un robot.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
526.- Un día, como hoy…
planeamos nuestras vacaciones.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
525.- Un día, como hoy… comimos
almejas.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
524.- Un día, como hoy… freímos
mojarras.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
523.- Un día, como hoy… madrugamos
para correr.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
522.- Un día, como hoy… me acompañaste hasta mi casa.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS
Sobre comunicación ahí aprendí,
empecé a escuchar de McLuhán, gente que estaba haciendo periodismo en otras
latitudes, nuevas fases de periodismo, cosas increíbles y después nos íbamos al
campus ahí nos tirábamos en el pasto, ya era mediodía, ya empezaba a relajarse
la disciplina, en toda la zona verde que teníamos ahí, las llamadas “islas”,
estaban estudiantes en el piso leyendo, descansando, echando novia, otros
jugando fútbol, voleibol, era un espacio muy, muy bonito y de repente había
como un vacío, se iban yendo los estudiantes del turno matutino, pero no
tardaban en llegar los siguientes, muchos en el inter aprovechan para ir al
cine club, uno famoso era el cine club de ciencias (Facultad de Ciencias) había
varios cine clubs, algunos eran de entrada gratuita y había debate al final de la
película, había otros que eran de paga, un peso, me parece; una cosa mínima se
pagaba de entrada, sea para mantenimiento o para la renta de las películas una
cantidad mínima digamos. Después los amigos de mi hermana me citaban a la hora
de la comida, Manuel mannix y Eduardo ya no me acuerdo su apellido y ellos eran
jugadores de fútbol americano, eran bravos, Eduardo me presumía que era el uno
de los pocos que tenían dos casilleros con su nombre en distintos vestidores
porque estaba en dos equipos de fútbol americano al mismo tiempo, me decía
vamos a correr unos cuántos kilómetros, ¿vamos? irás tú a correr, no, vamos, me
decía al tiempo que se calzaba una mochila a la espalda y yo lo tenía que
seguir, me decía: mira vamos a correr por zona verde, puro camino verde y vamos
de aquí hasta allá son tantos kilómetros, y de allí hasta tal punto hay tantos kilómetros,
me marcaba todos los kilómetros que había en el recorrido, todo lo que había
que correr y yo terminaba muerto de cansancio cuando llegábamos al gimnasio y
,me decía: ahora sí ya estamos calentando, vamos a levantar pesas, de espalda, de pecho, de hombro
y luego a bañarse, había vapor, yo entraba con ellos al vapor y a la salida
tenías que aventarte un regaderazo de agua fría, era la muerte esa cosa y
después ya nos despedíamos, me acompañaba al camión y me compraba un jugo,
porque salía muriéndome de hambre que parecía un león ya me iba a mi casa, eso
es un viernes de tantos me tocó vivir en C.U.
El Dueño Del Dique
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