¿Cómo estas Rodolfo? Bien
señor. Aquí ingeniero, y el contador, no sé, está aquí en el cuartito que está
acá atrás de la panadería, se llegó a dormir, allí dejó la camioneta y se metió
a dormir, le hablamos a las 6, 8, 12 y está bien pero bien perdido, de pronto
se reía el director del patronato, se reía mientras explicaba: Es que lo
llevamos a una fiesta de iniciación y jajjaja… y Rodolfo también se reía porque
sabía de qué se trataba,
Después de terminar la
llamada, allí mismo el Tah le pidió la renuncia a todo su equipo, dijo: Con
mucha pena les tengo que pedir a todos ustedes su renuncia con fecha de
hoy. Y todos fríos, pues sí que te digan
esto después de una fiesta como la de ayer pues si está cañón, piensas ¿Pues no
que éramos amigos? Y se hizo un silencio, me cuentan, más que sepulcral porque
en el sepulcro se oye una ramita, algo, un silencio espacial porque cuentan que
en el espacio no se oye nada, no hay sonido, espacial, pues, así como
extraterrestre, así.
Debo anotar que me ha tocado
algunas veces salir al espacio exterior y se escucha lo de adentro, lo de
afuera no se escucha nada, no es como cuando vas a Acapulco que vas y te rebasa
un coche y se escucha toda la música tecno, pop, metálica y de todas esas, no,
no se escuchaba nada.
Siempre hay una muy aventada y
era la güera, la Directora de Patrimonio: Pero Inge ¿Sabe lo que nos está
diciendo?
Sí, es que a lo mejor ustedes
no piensan que uno se da cuenta de las cosas que hacen y las hacen mal.
Pues a ver ingeniero,
explíquenos.
Es que entre todos ustedes
emborracharon al contador de Empresas De Servicios, entonces empezaron a medio
reírse ¿No? no sabían cómo reaccionar, estaban todos sonrientes. Y eso no se
vale, anotaba el yuca (yucateco) porque es nuestro compañero y ustedes sabían
que él no bebe ni una gota y lo obligaron a tomar, a ver ¿Cuantos hidalgos?
Preguntó señalando a uno, pues conmigo dos, conmigo tres, conmigo también tres,
conmigo dos de la primera vuelta, ya después no me acuerdo. Más risas.
Si para ustedes eso es
gracioso y que así se deben de tratar a los amigos, para mí no, ustedes
abusaron de su buena fe, de sus ganas de hacerse amigo de todos ustedes.
No, no, si es amigo, de todos
decía el jefe de proyectos.
No hombre, decía Bertha, ahora
lo vemos y lo atendemos, es más vamos por él para enseñarle como se cura una
cruda.
El Dueño Del Dique
DERECHOS RESERVADOS