miércoles, 8 de julio de 2015

LA LEYENDA DE HAPPY DAYS, HAPPY BIRTHDAY Y EL SUPER ENEMIGO CACHORROS (II)


Había que reunir cincuenta y dos firmas para aprobar la materia optativa forzosa, una por cada clase, que se anotaban detrás de  la credencial con foto y cuando había una hora libre había que ir al gym y reunir la mayor cantidad de firmas posibles para salir lo más pronto posible del compromiso  poder estudiar las materias que si contaban.

Pero el maestro era muy mañoso y no nos permitía más de una firma por día para que el ejercicio fuera  permanente. También contaban las firmas si jugabas en la liga de básquetbol nos había dicho el maestro. Así que cuando Lechuga y el Oso se me acercaron para invitarme a jugar en su equipo dije que si de inmediato, ya estaba cercana la apertura del torneo. Nos pusimos de acuerdo en uniformarnos con un short oscuro y camiseta blanca, pero lo mismo hicieron otros porque no teníamos ganas de gastar, ni dinero, si hubiera algo por allí lo hubiéramos invertido en cosas mejores como ir al cine comprar cigarros y locuras que uno hace de chico, así que solo con el paso del tiempo mandamos hacer nuestros uniformes celeste claro con vivos en blanco.

En ese tiempo me tocaba jugar en Ángeles, un equipo que había hecho Lechuga, no recuerdo su nombre pero si su apellido por obvias razones, era flaquito, delgadito, chaparro, tenía un problema de movilidad en la pierna,  pero eso no le impedía jugar ahí tres chiles (más o menos) al básquetbol.

Desde el principio hubo problemas porque apenas llegábamos los cinco del equipo y cuando alguien cometía faltas reiteradas lo expulsaban y terminábamos jugando cuatro y así es difícil ganar aunque andábamos arriba de media tabla, no nos podíamos comparar con Bucaneros que era muy fuerte, pero había dos equipos que eran brutales uno era Happy Days que jugaban muy fino, rápido, buen  enceste, recuperación, pero la maquinaria era Cachorros, cuando se enfrentaban Happy Days – Cachorros eran partidos muy fuertes se llenaba la cancha de estudiantes para verlos, atraía, queríamos verlos jugar y revisábamos el calendario para ver si había una hora libre por allí disponible. También hacían un interescuadras, porque practicaban entre ellos para otros compromisos que tenían fuera de la preparatoria.

El dueño del dique.
DERECHOS RESERVADOS

LA EFEMÉRIDE DE HOY


4.- Un día, como hoy…desperté Y descubrí que ser mujer es maravilloso.